Imaginemos que la inflación se comporta como un “globo”, un globo muy nocivo que debe ser insuflado urgentemente, debido a que la información que transmiten los precios, actualmente, vuelve poco estable las decisiones económicas a mediano plazo. Para ello, el Banco de México viene enviándole “dardos” cada vez más filosos a través de las tasas de referencia, pero todavía sin el éxito esperado.