La industria de los semiconductores es hoy la columna vertebral de la economía digital. Cada avance en inteligencia artificial, vehículos eléctricos, telecomunicaciones, smartphones o defensa depende de estos diminutos circuitos integrados que procesan la información del mundo moderno. En este contexto, México se encuentra ante una oportunidad histórica: insertarse de manera estratégica en una de las cadenas de valor más sofisticadas y de mayor impacto geopolítico del planeta.