Recorría la zona centro de Puebla buscando un lugar para poder conectarme y trabajar por un momento y mi cerebro estaba más enfocado en los mails que tenía que mandar que en buscar la mejor opción disponible en la zona. Aquel buen marketing del “Café de la Sirena” resultó efectivo y entré a buscar prácticamente cualquier bebida que me permitiera estar por unas dos horas trabajando.