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Otorga Anáhuac Puebla Medalla de Honor al Padre John Walsh

Reconocimiento bridando por el Consejo Directivo de la universidad por su amplia trayectoria y servicio a la comunidad mexicana.

 

Trayectoria y vida

Nacido el 7 de agosto de 1943 en New Ross, Wexford Irlanda, el padre John Walsh es considerado uno de los primeros Legionarios de Cristo en México y partícipe en la evangelización de la fe católica.

En 1961 comenzó su labor espiritual ingresando al noviciado en la ciudad de Dublín, encomendado por el amor de Jesucristo y la Virgen María.  

Distinguido por su particular alegría y convicción de servicio, realizó sus prácticas apostólicas en el Instituto Irlandés de México durante cinco años a partir de 1966.

Desde ese momento ha colaborado en diversos cargos eclesiásticos y académicos del Regnum Christi generando un modelo de formación y acompañamiento de sus miembros. 

Capellán, consejero en colegios, confesor y director espiritual han sido algunas de las acciones que forman parte de la vida sacerdotal que el padre Walsh ha llevado a cabo en territorio mexicano.

Además, fue uno de los fundadores de la Legión de Cristo en el estado de Puebla, impulsando la construcción del Colegio Andes, los Colegios Mano Amiga y la Universidad Anáhuac.

 

Reconocimiento

El Mtro. José Mata Temoltzin, Rector de la Anáhuac Puebla, dirigió unas palabras de agradecimiento al Padre Walsh por su servicio, generosidad y vocación que dado frutos a la comunidad legionaria y a las personas que lo rodean.

“Usted encarna nuestro ideal universitario de liderazgo en acción positiva, esa persona que por la forma en la que vive sus propias convicciones, transforma su entorno de manera positiva a través del servicio”, destacó el Rector de la Universidad.

El Padre John Walsh, compartió el galardón con los presentes y afirmó que todas las acciones que ha generado son “gracias a las personas que siempre han estado dispuestas a ayudar”.

De igual forma aconsejó a los asistentes sobre el quehacer diario de cada uno con su espiritualidad y sentido de servicio, “tenemos que despertar por la mañana y preguntarnos hoy que voy a hacer por los demás, hacer un cambio de vida, el mundo y México necesita nuestra contribución”, concluyó con una gran ovación. 

Ser medallista de honor significa aportar una luz de esperanza en el valor y la trascendencia de vivir a favor de la dignidad de la persona humana.

 

Legado

Durante su vida sacerdotal ha dejado huella a cientos de laicos del Regnum Christi.

«No hay palabras. Solo nos queda en el alma un profundo agradecimiento y un deseo de seguir el camino que nos muestra, un deseo ardiente de querer amar a Jesucristo, de conocerlo cada vez más y hacer que muchos lo conozcan y lo amen también» afirmaron miembros de la sección poniente en la celebración del 40 aniversario de su vida sacerdotal.