México no debe tener miedo a las elecciones federales en EE.UU.
Este día de muertos, hay que reconocer la promesa de nuestro futuro
Con mira a las elecciones federales en EE.UU. de 2024, debemos evitar caer en la trampa del miedo. Aun cuando mucho se ha dicho y especulado respecto a sus implicaciones sobre las políticas migratorias, la estrategia de seguridad nacional, los tratados de repartición de aguas y la renegociación del T-MEC es importante recordar que el México de hoy tiene más elementos para proteger sus propios intereses y participar como par ante sus vecinos sin importar los resultados del 5 de noviembre. Esto no es para menospreciar las diferencias en la cosmovisión de los Republicanos y Demócratas, así como el papel de México dentro del mismo sino para recordar que el progreso económico, demográfico, y político que ha tomado nuestro país no ha sido en vano ya que ha dado beneficios para adelantar nuestros propios objetivos internacionales.
En términos demográficos, México se estima con más de 130 millones de habitantes i.e. el onceavo país más poblado del mundo y tercero de las Américas. Un país con todo tipo de especialistas y con una presencia de más de 12 millones de ciudadanos en el extranjero, listos para resaltar los valores nacionales en sus acciones diarias y en toda negociación internacional. En términos migratorios, México es un eslabón clave en la regulación del sistema migratorio en el Continente, con intereses propios en su ordenamiento y trato humano, que nos permite representar tanto a poblaciones inmigrantes, emigrantes y en tránsito, dándole una legitimidad única a nuestro discurso.
En términos económicos, México cada día más se convierte en un actor indispensable en la relación comercial entre Asia y Norte América dado nuestro trato respetuoso con todos los actores regionales y lazos de largo plazo, confirmados dentro de tratados internacionales. El crecimiento de veinte a más de treinta mil millones de dólares en inversión extranjera directa, entre el primer y segundo trimestre del 2024, es indicativo del éxito que ha tenido nuestra política comercial internacional; mientras que, nuestro posicionamiento como primer socio de intercambio comercial con los EE.UU. en 2023, demuestra la confianza de las empresas estadounidenses con nosotros. En este caso, arriesgar los beneficios del ‘nearshoring’ va en contra de los intereses de la economía de Norte América y no solo de alguno de sus países.
Por lo tanto, le insisto a mis connacionales que, si bien México no puede dejar de trabajar en lo suyo y que los próximos años traerán retos diversos, tampoco debe tener miedo a los resultados del 5 de noviembre. Nuestro país cuenta con una economía por encima de Australia y la población hispanoparlante más grande del mundo; podemos hacer frente a las propuestas de la próxima administración de los EE.UU. para considerar sus beneficios y negociar sus inconveniencias, tanto para nosotros como para la relación bilateral. En este sentido, aprovecho este día de muertos para recordarles las palabras de Pentagon Jr.: enfrentar el futuro se hace con ‘cero miedo’.
Por el Mtro. José R. Xilotl Soberón
Docente de la Escuela de Relaciones Internacionales