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Reto de ser mujer

Equilibrio y liderazgo: el reto de ser mujer en México

Ser mujer en el México actual es un privilegio que conlleva una misión profunda. En un tiempo donde la conquista de derechos ha abierto puertas a la educación, la participación social y el desarrollo profesional, la mujer mexicana no solo ocupa espacios, sino que transforma su entorno desde una vocación que abraza su multifacética identidad: profesional, madre y amiga.

El acceso a la educación y la creciente participación en la vida pública y el mercado laboral son logros que generaciones anteriores apenas soñaban. Según datos del INEGI, la matrícula femenina en educación superior ha crecido significativamente, y hoy, el 45% de las mujeres mexicanas forman parte activa de la fuerza laboral. Sin embargo, aún persisten desafíos, como la brecha salarial y las limitaciones para acceder a puestos de liderazgo.

Uno de los mayores retos es la conciliación entre la vida profesional y la maternidad. La penalización de la maternidad se refleja en menores oportunidades de ascenso y salarios más bajos, lo que evidencia la necesidad de estructuras laborales más equitativas. No obstante, las redes de apoyo—desde amigas y compañeros de trabajo hasta instituciones que fomentan espacios inclusivos—han sido clave para equilibrar estos roles. En mi experiencia como madre de dos niños y profesora de tiempo completo en la Universidad Anáhuac Puebla, he encontrado en las prestaciones de maternidad una valiosa herramienta para trabajar desde casa en las tardes y, así, equilibrar mis responsabilidades laborales con mi vida familiar. Aún queda camino por recorrer, pero cada vez más empresas y universidades avanzan hacia modelos laborales que respetan la dignidad de la mujer y fomentan su desarrollo integral.

Ser mujer en México implica también romper con los roles tradicionales que asignan al hombre el papel de proveedor y a la mujer el de cuidadora. Esta visión no solo limita el potencial femenino, sino que excluye a los hombres de su corresponsabilidad en el hogar. La conciliación laboral y familiar no debe recaer únicamente en las mujeres, sino ser un esfuerzo compartido entre el Estado, la sociedad y las familias.

A pesar de los avances, las mujeres y niñas en México continúan enfrentando desigualdades en educación, salud y empleo, además de alarmantes índices de violencia de género. Para construir una sociedad más equitativa, es imprescindible implementar políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades y la corresponsabilidad en las labores de cuidado.

Ser mujer en el México actual es, sin duda, una oportunidad y un desafío. Es una vocación que implica transformar su entorno con determinación, conciliando sus múltiples facetas y contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y humana.
 

 

Por la Mtra. Úrsula Salinas González 
Docente de la Escuela de Economía y Negocios de la Anáhuac Puebla