Iván O. Plouganou Salazar, es egresado de Ingeniería Industrial para la Dirección de la Universidad Anáhuac Puebla (2010 -2015) y es actualmente Comprador de Proyectos Global en Thyssenkrupp Presta AG (Eschen, Liechtenstein).

Se ha desempeñado realizando diferentes roles dentro de las áreas de calidad, producción y compras productivas en la industria automotriz. Y recientemente participó como ponente en el Congreso Galilei 7.0 “Ingenia” organizado por la Escuela de Ingeniería y Actuaría de la Anáhuac Puebla.

¿En qué momento decidiste estudiar Ingeniería Industrial y por qué la Anáhuac Puebla?

Básicamente unos meses antes de empezar la carrera.

Tenía muchas dudas sobre qué estudiar. Por mucho tiempo pensé que quería estudiar Biología porque desde pequeño me gustaban mucho los animales, la naturaleza, me veía viajando y documentando por todo el mundo.

Pero a la hora de la decisión, la duda de qué tan factible y real sería hacer eso, empezó a nublarme. Familiares y maestros me decían que si estudiaba Biología probablemente me dedicaría a dar clases, no a viajar ni al estudio de campo.

Nunca tuve problemas con las matemáticas o los números, así que, siguiendo ese consejo de tener una carrera con mejores posibilidades de trabajo, elegí una ingeniería. Me decidí por Industrial específicamente, porque no tenía ningún objetivo en concreto. En ingenierías, Industrial es la más amplia, las opciones de trabajo son muy variadas, entonces pensé que era lo ideal para mi caso.

Elegí la Anáhuac porque me ofrecieron una beca de estudio muy buena y porque tenía un par de conocidos que ya estudiaban ahí, y me lo recomendaron. También sabía que la universidad tiene contactos y relaciones con empresas clave para empezar a hacer prácticas profesionales.

Ahora que estás trabajando: ¿qué consejo le darías a tus colegas o futuros egresados? O ¿De qué manera recomendarías a los futuros egresados involucrarse en el campo laboral?

Lo más importante que les puedo recomendar es que se tomen el tiempo y le den la importancia a prestar atención e identificar cuanto antes, qué les apasiona. No sólo para qué son buenos, si no qué hacen bien y además les gusta hacer.

Partiendo de eso, pueden empezar a preguntar e investigar con sus profesores, en qué áreas pueden hacer o desempeñar eso que les llama.

Después existe una lista grande de empresas y lugares que están abiertos a recibir practicantes. Aún si las vacantes o convocatorias no llegan directo a la universidad, pueden buscar direcciones de correo, teléfonos y contactar directo para preguntar.

Normalmente es difícil encontrar dónde entrar porque no tienes claro ni qué quieres hacer, y eso es algo que los reclutadores notan. Si tienes esto un poco más claro, el entrar al campo laboral se da casi sin quererlo.

Nunca dejen de preguntar, ofrecerse y buscar.

Además de haber concluido tus estudios en Ingeniería Industrial, ¿Qué has puesto en práctica de lo que aprendiste en la Anáhuac?

Normalmente las enseñanzas no solo están en una hora de clase, están en diferentes momentos. En cada conversación, evento o suceso por más pequeño que sea, encuentras cosas que te enseñan algo y que te sirven para siempre.

Recuerdo que había materias del tronco común como Comunicación, Introducción a Estudios Universitarios, Persona y Trascendencia, que, al momento de estudiar, pensaba que eran relleno e innecesarias. Hoy me he dado cuenta de que tienen tanta o más utilidad que cualquier materia específica de la carrera.

En general, toda la universidad fue un espacio de mucho aprendizaje y enseñanza en todos sentidos.