El alto consumo de sal; Un enemigo silencioso vs el etiquetado nutricional
La sal es un ingrediente utilizado para mejorar la calidad sensitiva en cuanto al sabor de los alimentos que consumimos. Está formada por 2 minerales: sodio y cloro, los cuales son nutrientes esenciales para el mantenimiento de múltiples funciones en el organismo, incluida la homeostasis de electrolitos, la actividad neuronal, la contracción muscular y la absorción de nutrientes, entre otras.
De acuerdo a las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón, la ingesta diaria de sal debería ser máximo 5 gramos (g) al día, de los cuales 2,3 g son de sodio, es decir, aproximadamente 1 cucharadita de sal. Sin embargo, en países de las Américas, incluido México, el consumo promedio por persona de sal oscila entre 8 y 15 g diarios, cuya cantidad, en gran medida, proviene de la sal que se encuentra en los alimentos procesados y empaquetados que hacen parte del esquema de alimentación convencional.
La evidencia científica actual señala que las restricciones de sal en individuos sanos a menos de 5 pero mayores de 3 g diarios, reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiacas, lo cual tiene diversas implicaciones, por ejemplo, el incremento de la esperanza y calidad de vida de las personas.
A través de diferentes estrategias se ha buscado promover la disminución del consumo de sal por parte de la población, una de ellas es a través del conocimiento e interpretación del etiquetado nutricional. Hace 2 años exactamente, en marzo del año 2020, se declaró de manera oficial la modificación a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 con la intención de que las personas reconozcan de manera clara y sencilla los alimentos procesados con exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y de sodio, a través de los sellos de advertencia frontales.
Específicamente con el sodio será de utilidad para los consumidores conocer que: todo alimento procesado sólido que en 100 g contenga más de 350 miligramos (mg) de sodio o en alimentos líquidos procesados que en 100 mililitros (mL) contenga más de 45 mg, deberán usar la leyenda “EXCESO DE SODIO”, lo cual ayudará a la decisión con conciencia de adquirir o no el producto en pro de un beneficio para la salud.
Finalmente, cabe recalcar que, es fundamental que las personas reconozcan la importancia de acudir con un nutriólogo profesional que le indique y ajuste, de acuerdo con las necesidades individuales, los alimentos y nutrientes requeridos para la prevención o el manejo de múltiples enfermedades.
Oscar Julián Murillo Torres
Profesor de Nutrición - Escuela de Ciencias de la Salud