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Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama

Por: Dr. José Manuel Aguilar Priego.

Especialista en Cirugía Oncológica.

 

Como seguramente habrás notado en redes sociales, en octubre se intenta incrementar la concientización para la detección oportuna de cáncer de seno o mamario, debido a que en la mayor parte de los casos no existe un factor de riesgo detectable, y el tener uno o varios factores (por ejemplo, el antecedente familiar o la edad), no significa que sea 100% probable que se padecerá la enfermedad.

 

Aunque hay circunstancias para el cáncer de mama que no se pueden cambiar, como las antes mencionadas, hay factores que se pueden controlar para reducir el riesgo de padecerlo:

 

Consumo de bebidas alcohólicas

 

El consumo de bebidas con alcohol está claramente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de mama, en comparación con las mujeres que no beben alcohol, aquellas que toman 1 bebida alcohólica al día, tienen un pequeño aumento en el riesgo (alrededor del 7% al 10%), mientras que las mujeres que beben de 2 a 3 tragos al día tienen aproximadamente un 20% más de riesgo que las que no beben alcohol. El consumo de alcohol está también asociado con un mayor riesgo de otros tipos de cáncer.

 

Sobrepeso u obesidad

 

El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de seno. Antes de la menopausia, los ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo produce solamente una pequeña parte de la cantidad total; después de la menopausia (cuando los ovarios dejan de producir estrógeno), la mayor parte del estrógeno de una mujer proviene del tejido adiposo, por lo que un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede elevar los niveles de estrógeno, y aumenta su probabilidad de padecer cáncer de seno.

 

Además, las mujeres que tienen sobrepeso tienden a presentar niveles de insulina en la sangre más elevados, los cuales también están relacionados con algunos tipos de cánceres, incluyendo el cáncer de seno.

 

Implantes de seno

 

Los implantes mamarios no se vinculan como un factor de riesgo para los tipos más comunes de cáncer de seno, sin embargo, se han relacionado con un tipo infrecuente de linfoma no Hodgkin llamado linfoma anaplásico de células grandes asociado a implante de seno (BIA-ALCL), que se puede formar en el tejido cicatricial alrededor del implante; este linfoma parece ocurrir más a menudo en los implantes con superficies ásperas que en los que tienen superficies lisas (suaves).

 

Si el BIA-ALCL ocurre después de un implante, puede aparecer como un bulto o protuberancia, una acumulación de líquido, hinchazón o dolor cerca del implante, o como un cambio en el tamaño o la forma del seno.

 

¿Puedo reducir el riesgo de que padezca cáncer de seno?

 

No existe una manera infalible de prevenir el cáncer de mama, sin embargo, existen medidas que se pueden tomar para tratar de reducir el riesgo, que son aplicables para toda la población.  

 

Llegar a un peso saludable y mantenerlo: tanto un peso corporal aumentado, como subir de peso en la edad adulta están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de seno después de la menopausia. La Sociedad Americana Contra el Cáncer, recomienda mantener un peso saludable durante el transcurso de la vida y evitar el aumento de peso excesivo al balancear el consumo de alimentos con la actividad física.

 

Mantenerse físicamente activo: muchos estudios han revelado que la actividad física, de moderada a vigorosa, está relacionada con un riesgo menor de padecer cáncer de mama. Por lo tanto, es importante ejercitarse habitualmente mediante actividad física, la Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que los adultos dediquen al menos de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad moderada, o de 75 a 150 minutos de intensidad vigorosa por semana (o una combinación de ambas), preferiblemente repartidos durante la semana. Alcanzar o incluso sobrepasar el límite superior de los 300 minutos semanales sería lo ideal.

 

¿Es posible la detección temprana de la enfermedad?

 

En ocasiones, el cáncer de seno se detecta debido al surgimiento de síntomas, pero muchas mujeres con cáncer de seno no los presentan, por esta razón es muy importante hacerse las pruebas de detección programadas.

 

Las formas de detección temprana incluyen, aparte de la autoexploración de senos, herramientas muy útiles como el ultrasonido mamario, principalmente en mujeres de menos de 35 años, junto a la mastografía, después de los 40 años.

 

Las mujeres de 40 a 44 años tienen la opción de iniciar la detección con un mamograma (mamografía) cada año, en cambio, las de 45 a 54 años deben realizarlo obligatoriamente a uno cada año. A partir de los 55 años, las mujeres pueden cambiar a un mamograma cada 2 años, o pueden optar por continuar con sus mamogramas anualmente.

 

Los exámenes de detección deben continuar siempre y cuando la mujer se encuentre en buen estado de salud. Cuando ya se realizó el diagnóstico, amerita una valoración por un equipo de especialistas encaminado a diagnóstico oportuno, preservación del seno y la estética y control de la enfermedad.