En conmemoración de esta fecha, la Dra. Abigail Martínez nos comparte un testimonio sobre la gran dedicación y profesionalismo a esta gran labor.

A lo largo de mi carrera, y durante mi etapa de capacitación y servicio como médico, he tenido la oportunidad de adquirir conocimientos y aprender habilidades de mis profesores, colegas y equipo de trabajo, pero sin duda alguna, recibí gran apoyo y enseñanza de mis enfermeras.
 

Algunas de ellas me enseñaron a llenar formatos de vacunación, que algunas veces no son sencillos de entender, pero con su guía y con el tiempo está labor administrativa se hizo familiar y fácil de realizar. Otras enfermeras me enseñaron técnicas para toma de laboratorios, aplicar inyecciones, los sitios de aplicación y cómo poder sostener a un menor de edad para poder aplicar la vacuna. Parece sencillo, pero esos detalles hacen la diferencia entre un paciente feliz y uno que sufre, además de tener el apoyo para navegar por la cartilla de vacunación y su manejo.
 

Por ello, quienes practican la enfermería son una pieza fundamental para lograr el bienestar de la población, ellos son el primer contacto con un trabajador de la salud que tiene un paciente cuando está sufriendo algún malestar, ellos empiezan el ciclo de cuidado del paciente cuando con la toma de signos vitales, la creación de historia clínica y la evaluación inicial de las necesidades de atención del paciente mediante una serie de preguntas. Ya sea en el consultorio o en los hospitales, son los(as) enfermeros(as) quienes monitorean el progreso de los pacientes, registran cuidadosa y metódicamente cada movimiento en los signos vitales del paciente, evalúan y registran la respuesta al tratamiento que se le está aplicando, ajustan el cuidado del paciente según sea necesario y registran la atención brindada al paciente. Todo esto, además del cuidado profesional, cariñoso y sonriente de las y los enfermeros, son lo que ayudan al médico y al tratamiento asignado a tener éxito.
 

Parte importante del trabajo de los(as) enfermeras es la prevención, razón por la que la gente siempre verán profesionales de la enfermería en campañas de vacunación, en pláticas de cuidado del infante, en cuidado de los ancianos, en campañas de prevención de enfermedades crónicas, etc. Los centros de atención primaria son lugares donde ellos realizan actividades de prevención y en casos de síntomas comunes, ayudan a tomar las medidas necesarias para recuperar la salud, también son responsables de gestionar, administrar y mantener las vacunas en buen estado, se capacitan y actualizan en tópicos como enfermedades prevenibles por vacunación, su dosificación, administración y registro.

Desde el año 2019, la enfermería ha desempeñado un papel fundamental, especialmente a raíz de la devastadora pandemia desencadenada por el virus Covid-19. Más allá de simplemente administrar vacunas, el personal de enfermería se ha dedicado a adquirir un profundo conocimiento sobre cada una de ellas: su composición, dosificación, aplicación y usos específicos. Además, han sido arquitectos de estrategias e intervenciones innovadoras para garantizar una vacunación efectiva. En jornadas extenuantes, aplicaron más de 5,000 dosis diarias, demostrando un compromiso inquebrantable con su labor.

Con responsabilidad, profesionalismo y un profundo amor por su profesión, los enfermeros y enfermeras han demostrado habilidades excepcionales en todas las etapas del proceso de vacunación. Desde la manipulación segura de los biológicos hasta la preparación meticulosa de las jeringas y la administración precisa y rápida de las dosis, han brindado un servicio ejemplar.

En este Día Internacional de la Enfermería, es imperativo reconocer y honrar la labor invaluable del personal, quienes han sido verdaderos héroes en la lucha contra la pandemia, que con su compromiso, sacrificio y dedicación han sido ejemplares y han marcado la diferencia en la salud y el bienestar de comunidades enteras.

Dra. Abigail Limón Martínez

Responsable de la Enfermería de la Universidad Anáhuac Puebla