Cáncer de próstata: La importancia del diagnóstico temprano.
El cáncer de próstata es un problema de salud en el mundo y México no es la excepción; es la primera causa de muerte por cáncer en hombres mayores de 50 años, con un riesgo de presentarlo de 1 en 6 en hombres entre los 60 y 70 años y de 1 en 30 de morir por un estadio avanzado, sin embargo si es detectado en forma temprano es curable.
En las etapas iniciales, el cáncer de próstata se presenta generalmente sin dar molestias o síntomas y se sospecha con la prueba de sangre del antígeno prostático, la resonancia magnética multiparamétrica y el tacto rectal. El diagnóstico definitivo se establece mediante biopsias de la próstata guiadas por ultrasonido.
Una vez establecido el diagnóstico de cáncer de próstata, se plantearán los tratamientos focales en casos de cáncer muy localizado y bajo volumen de buen pronóstico (que incluye la crioterapia o congelar la próstata, la fototerapia con anticuerpos, la HIFU o ultrasonido focalizado de alta intensidad) con el objetivo de destruir la parte de la glándula con cáncer y el procedimiento se enfoca mediante el uso de la resonancia magnética.
Cuando el tumor es más extendido pero permanece en la próstata, se realizan la radioterapia o la cirugía; que se puede realizar por vía abierta, laparoscópica o robot asistida, para realizar una prostatectomía radical, con la ventaja de que se quita toda la glándula y el abordaje laparoscópico ofrece menos dolor postoperatorio, una recuperación e inicio de actividades más rápidos y mejor apariencia estética, y con el robot da Vinci se facilita una reconstrucción que permite mejorar los resultados de continencia y función eréctil que puede afectarse con esta cirugía.
Cuando el cáncer de próstata esta avanzado o con metástasis que son siembras del tumor a distancia y no es posible realizar procedimientos con intento curativo, se puede dar tratamiento con medicamentos, cuyas bases se fundamentan en que el cáncer de próstata es dependiente de andrógenos, específicamente la hormona testosterona (hormona masculina característica) para su supervivencia y crecimiento. Por esto, se indican medicamentos que quiten o bloqueen la testosterona y detienen temporalmente el crecimiento del cáncer, lo que se refleja con el descenso en la concentración del antígeno prostático y mejoría de los síntomas.
Afortunadamente, en la actualidad se cuentan con nuevos fármacos que incluyen la quimioterapia (a base de Docetaxel o Cabazitaxel), nuevos antiandrógenos más potentes y específicos (que incluyen la Abiraterona, Enzalutamida, Apalutamida y Darolutamida). Así mismo, cuando existe la presencia de siembras o metástasis en los huesos (que tienden a ser muy dolorosas y con riesgo de fractura) existe un fármaco radioactivo llamado Radio 223 que se fija en las metástasis y da radioterapia focalizada en las lesiones directamente.
Con lo anterior, es importante recalcar que el cáncer de próstata se cura si se diagnostica en una etapa temprana, por lo que el tamizaje y seguimiento de todos los hombres mayores de 50 años con Antígeno prostático y exploración física es importantísimo para poder detectar el cáncer y plantear esquemas de tratamiento que lo curen o controlen. Así mismo, a pesar de diagnosticarlo en estadios avanzados su tratamiento puede lograr una buena calidad de vida y prolongar la sobrevida de estos pacientes con los nuevos fármacos disponibles.
Dr. José Carlos Arroyo Kuribreña
Urólogo – Laparoscopista; Doctor en Biomedicina Molecular.
Catedrático y Miembro del Consejo Consultivo Académico de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac Puebla.