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Cuotas, educación y propinas: la reproducción de la desigualdad social en prácticas diarias



Cuotas, educación y propinas: la reproducción de la desigualdad social en nuestras prácticas diarias

La Dra. Paulina Segarra  y el Dr. Ajnesh Prasad investigaron cómo la planeación urbana, la educación privada y las propinas en la CDMX perpetúan los límites de clase, publicando sus hallazgos en Business & Society.

En México, la desigualdad económica es uno de los mayores problemas que enfrenta la sociedad. Estadísticamente, este país se encuentra dentro de los primeros 20 lugares, respecto a ciudadanos con patrimonios netos ultra altos. De hecho, al 2024, solamente cinco ciudadanos concentran el 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países que tienen una mayor inequidad entre los ingresos y la riqueza de la población, por lo que esta investigación está enfocada en el rol que juegan las cuotas, la educación y las propinas para mantener dicha disparidad.

Por ejemplo, la planeación urbana muestra claramente la diferencia entre los ricos y los pobres. Una muestra de ello la encontramos en Centro Santa Fe, uno de los centros comerciales más importantes de América Latina, el cual está situado en terrenos que solían ser tiraderos de basura, pero a partir de los años 90, se planeó y realizó la gentrificación de la zona, generando que los habitantes originarios se desplazaran de esta zona.

Una de las formas en las que este tipo de plazas se mantienen como espacios exclusivos, es algo que pareciera tan sencillo como las cuotas de estacionamiento. Debido a que impiden que miembros de los grupos de menos recursos visiten estos lugares al buscar no incurrir en este gasto, a diferencia de lo que sucede en otros países, donde miembros de diferentes clases sociales coinciden en estos centros al no existir dichas cuotas.

La educación es otro elemento importante, ya que, en nuestro país, prácticamente todas las familias que cuentan con los medios para hacerlo, inscriben a sus hijos en escuelas privadas desde muy temprana edad. Incluso hay familias que buscan conseguir los recursos mediante créditos para poder hacerlo, debido a que en muchos casos las colegiaturas exceden por mucho el salario de la gran mayoría de los mexicanos. Lo anterior se debe a que, al estar en estas instituciones, los niños y adolescentes no solamente tendrán una calidad educativa más alta, sino que podrán interactuar con otras personas de su misma clase social.

Otro punto a destacar son las propinas, elemento cultural sumamente presente en la CDMX, ya que se esperan en una gran cantidad de servicios. Desde el empacador de la tercera edad en los supermercados hasta los famosos “viene-viene” existe la expectativa de recibirlas, y en una ciudad, donde el salario mínimo es de un poco menos de 250 pesos mexicanos y la disponibilidad de servicios sociales es limitada, estas actúan como una forma de redistribución de la riqueza.

En conclusión, este estudio propone que se creen formas en las que cada vez más niños y adolescentes de clases sociales bajas puedan acceder a la educación privada en todos los niveles, mediante más becas o políticas de inclusión. De igual manera, considera que es de vital importancia que todos los profesores inculquen en sus alumnos el pensamiento crítico para que reflexionen sobre sus privilegios y les permita pensar en cómo se puede crear una mayor inclusión.

Puedes consultar la investigación aquí.
 


Referencia:

Prasad, A., & Segarra, P. (2023). Tolls, schools, and tips: The reproduction of social inequality through day-to-day practices. Business & Society, 62(8), 1543-1548
https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/00076503221148442


Más información:
Dr. José Honorio Cárdenas Vidaurri
jose.cardenasv@anahuac.mx
Dirección de Investigación