Celebrando la riqueza de los pueblos indígenas en México: Un tesoro nacional
Liderazgo Anáhuac en RSU y Sostenibilidad
La Dra. Jeannette Arriola, titular de la Cátedra de Investigación Carlos Slim Helú para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de México, presenta un artículo en el que pide reconocer la resistencia y contribución de estos pueblos en la historia de México.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebramos con orgullo la riqueza cultural y ancestral de México. Nuestro país, con su vasto mosaico de etnias, se erige como uno de los más diversos y vibrantes de América Latina. Este día es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de estas comunidades, sus contribuciones y los desafíos que enfrentan en el mundo contemporáneo.
México es hogar de 68 pueblos indígenas y más de 364 variantes lingüísticas, según datos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI, 2020). Esta diversidad no solo es una fuente de riqueza cultural, sino que también constituye una base sólida de nuestra identidad nacional. Las costumbres, tradiciones, gastronomía y artesanías de los pueblos indígenas son un reflejo de nuestra historia y un vínculo inquebrantable con nuestras raíces. Los vibrantes colores de sus vestimentas, las melodías de su música tradicional, la riqueza de sus platillos y la belleza de sus artesanías nos envuelven en un abrazo cultural que nos define como nación.
El reconocido antropólogo Guillermo Bonfil Batalla ha señalado que “la cultura indígena es un elemento vital en la estructura de la identidad mexicana, pues en ella reside el conocimiento ancestral y la cosmovisión que nos define como nación” (Bonfil Batalla, 1987).
A pesar de su riqueza cultural, muchos pueblos indígenas enfrentan la necesidad de migrar debido a la falta de oportunidades en sus comunidades de origen. La migración es a menudo una búsqueda de mejores condiciones de vida, pero también puede llevar a la pérdida de identidad y el debilitamiento de la estructura social y las tradiciones ancestrales con el riesgo de la pérdida de su sabiduría ancestral y cosmovisión. Es esencial que en este día pongamos nuestra atención en estos temas y trabajemos para que estas comunidades resurjan en toda su grandeza.
La encíclica Fratelli tutti (2020) del Papa Francisco nos invita a construir una sociedad donde todos tengamos cabida, destacando la importancia de pensar en comunidad y no en lo individual. Los pueblos indígenas son un ejemplo vivo de este pensamiento colectivo, donde el bienestar común prevalece sobre el interés personal. Volver a estos valores originarios puede enriquecer al mundo contemporáneo y ayudarnos a construir una sociedad más justa y equitativa.
El antropólogo y escritor Carlos Lenkersdorf, en su obra Los hombres verdaderos, destaca la importancia de la filosofía de vida de los pueblos indígenas, basada en el colectivismo y la armonía con la naturaleza. Según Lenkersdorf: “la sabiduría indígena ofrece alternativas viables para enfrentar los desafíos globales, especialmente en términos de sostenibilidad y convivencia pacífica” (Lenkersdorf, 1996).
Celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas es también un reconocimiento a su resistencia y contribución a la historia de México. Los pueblos indígenas han sido guardianes de un legado cultural invaluable que ha sobrevivido a lo largo de los siglos. Es imperativo que desde nuestras universidades promovamos la investigación, el respeto y la inclusión de estas culturas en todos los ámbitos de la sociedad.
En este contexto, destaca la labor que realiza la Cátedra de Investigación Carlos Slim Helú para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de México. Su labor de investigación en el marco del trabajo realizado en campo por la Fundación Pro México Indígena/Pro Mazahua se centra en generar bienestar en los pueblos originarios y en estrategias socialmente responsables para erradicar la extrema pobreza, la discriminación, la exclusión y la marginación en los que han vivido, para llevarlos a mejores fases en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en los 12 Puntos de la Economía del Papa Francisco, así como en incidir en política pública e innovar en nuevos modelos asociativos.
Esta labor es esencial para crear un entorno donde las comunidades indígenas puedan florecer y ser reconocidas por su contribución al patrimonio cultural de México.
Según datos recientes, hasta el 91.78% de las familias indígenas que trabajan con la Fundación y que fueron parte de los trabajos de investigación de la Cátedra, tienen garantizado su derecho humano al agua, y 82.19% ha alcanzado la autosuficiencia alimentaria. Estos resultados son testimonio del impacto significativo que se puede lograr a través de un modelo multidimensional y la acción coordinada en territorio. Además, el enfoque en la identidad cultural ha permitido que 90.77% de las familias indígenas hayan retomado y fortalecido sus valores, creencias y tradiciones, lo que no solo preserva su patrimonio cultural, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más equitativa y respetuosa.
La investigación reciente llevada a cabo por la Cátedra Carlos Slim Helú en alianza con diferentes actores del sector privado, académico e internacional ha mostrado resultados significativos en cientos de familias indígenas con las que interactúa Fundación Pro México Indígena/Pro Mazahua.
Durante 2021-2022, se realizaron más de 1,600 encuestas en campo y se llevaron a cabo más de 800 horas de levantamiento de datos, aplicando tanto métodos cuantitativos como cualitativos para evaluar el impacto del Modelo de Desarrollo Integral Sustentable en comunidades indígenas de Chiapas, Campeche, Yucatán, Estado de México y Guerrero. Los resultados destacan que las interacciones han mejorado significativamente la calidad de vida en estas comunidades, incrementando las posibilidades de superar la línea mínima de pobreza, adoptar técnicas de producción sustentable y mejorar el aprovechamiento escolar de niños y jóvenes.
Un 74% de las familias encuestadas ha reportado una mejora significativa en sus ingresos familiares gracias a las iniciativas de desarrollo económico impulsadas por la Fundación. Además, se ha logrado que 83% de los jóvenes indígenas tengan acceso a una educación de calidad, lo cual es un paso crucial para romper el ciclo de pobreza que ha afectado a estas comunidades por generaciones.
La cultura indígena de México es un mosaico de maravillas. La comida, rica en sabores y tradiciones ancestrales, nos conecta con la tierra y la historia. Los colores de sus textiles y vestimentas nos narran historias de identidad y pertenencia. La música y las danzas tradicionales resuenan con la fuerza de la comunidad y el espíritu. Las artesanías, cada pieza única y hecha a mano, nos hablan de dedicación y talento transmitidos de generación en generación. Los paisajes que habitan estos pueblos son un reflejo de la armonía entre el ser humano y la naturaleza.
La sostenibilidad es un pilar fundamental en el trabajo con las comunidades indígenas. Desde la recolección de agua de lluvia hasta las técnicas de producción agrícola sostenible, estos esfuerzos demuestran que es posible lograr un desarrollo que no comprometa el bienestar de las futuras generaciones. El compromiso con la preservación del entorno y la Madre Tierra, así como la mejora de la calidad de vida de estas comunidades es esencial para asegurar un futuro justo y próspero. Cumpliendo también con la exhortación en la Encíclica Laudato Si' del Papa Francisco (2015), que nos llama a cuidar de nuestra casa común y a actuar con responsabilidad y amor hacia la creación, reconociendo la conexión profunda entre la justicia social y la ecología.
La Dra. Mariana Benítez, especialista en desarrollo indígena, ha señalado que: “la integración de prácticas sostenibles y la valorización de los conocimientos tradicionales son esenciales para el desarrollo inclusivo de las comunidades indígenas” (Benítez, 2015).
En línea con la visión de un desarrollo integral y sostenible, la Economía del Papa Francisco, plasmada en los 12 puntos del Pacto de “Economía de Francisco”, resuena profundamente con los valores y prácticas de los pueblos indígenas. Este pacto destaca la necesidad de una economía que esté al servicio del ser humano, que sea inclusiva y que promueva el bien común. Los pueblos indígenas, con su visión comunitaria y su respeto por la naturaleza, son ejemplos vivos de esta economía humanista y sostenible que el Papa Francisco aboga por implementar.
Por ejemplo, en el punto número uno del Pacto de Economía de Francisco, enfatiza la dignidad de la persona humana y la necesidad de asegurar que todos tengan acceso a los recursos necesarios para vivir una vida digna. Este principio se refleja en los esfuerzos de la Fundación Pro México Indígena/Pro Mazahua y su trabajo en campo, así como la labor de investigación de la Cátedra Carlos Slim Helú que documenta efectivamente cómo ha sido posible garantizar el acceso al agua, la suficiencia económica y la autosuficiencia alimentaria en las comunidades indígenas.
Con este artículo, esperamos inspirar una mayor comprensión y apreciación de los pueblos indígenas y motivar a la acción para promover su inclusión y reconocimiento en nuestra sociedad.
Referencias:
- Fundación Pro México Indígena/Pro Mazahua: https://promexicoindigena.org.mx/
- Encíclica Fratelli Tutti. 2020. Papa Francisco.
- Laudato Si’. 2015. Papa Francisco.
- Evaluaciones de Impacto 2022: Impacto del Modelo de Desarrollo Integral Sustentable en Comunidades Indígenas. Presentación General de Evaluaciones 2022.
- Benítez, Mariana. Desarrollo Indígena y Sostenibilidad. 2015.
- Bonfil Batalla, Guillermo. México Profundo: Una civilización negada. 1987.
- Lenkersdorf, Carlos. Los hombres verdaderos. 1996.
- Economía de Francisco. 2020 https://es.catholic.net/op/articulos/80549/cat/423/los-12-puntos-de-la-economia-de-francisco.html
Más información:
Dra. Jeannette Arriola Sánchez
jeannette.arriola@anahuac.mx
Cátedra de Investigación Carlos Slim Helú para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígena de México
Facultad de Responsabilidad Social