Coaching
Desde hace un tiempo la disciplina del coaching ha sido tendencia entre empresarios, deportistas y directivos de alto nivel. De acuerdo con la International Coach Federation, el coaching profesional es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con personas que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional.
Un padre coach es un padre acompañante. Es preferible denominarlo como padre acompañante por las limitaciones que podría tener el concepto cuando alguien haya vivido una mala experiencia de coaching.
Hay muchas maneras de tomar decisiones con tus hijos:
La primera decisión que no depende de ti. Si eres un padre de familia con hijos que están próximos a elegir una carrera profesional, debes tener claro que es la primera decisión en su vida que no depende de ti.
Es normal que sientas la necesidad de ser el tomador de la decisión, sin embargo, la decisión de un proyecto profesional, que inicia por su carrera, es la primera decisión que necesariamente debe de tomar tu hijo o hija.
En la mayoría de las familias este cambio en la responsabilidad de la decisión puede tener dos direcciones:
- a) La decisión la toman los padres: El problema de que el padre tome la primera decisión importante en la vida de su hijo es que te convierte automáticamente en un Padre Impositivo o Consejero y la relación con tu hijo se afectará a partir de ese momento.
Al no cederles esta responsabilidad, estás frustrando su capacidad de decisión y puede desarrollar una dependencia total ante la opinión de sus padres o podría revelarse por completo ocultando los problemas que tenga. El resultado: una relación padre – hijo deteriorada.
- b) La decisión la toma el hijo: Los hijos deciden su futuro, sin embargo, la decisión se puede tomar de manera responsable o irresponsable. Cuando es irresponsable, te conviertes en un Padre Ausente y de nueva cuenta la relación con tus hijos se deteriora.
Cuando la decisión la toma el hijo o hija con responsabilidad, se crea un círculo virtuoso que implica la necesidad de ser acompañados por sus padres para investigar, acercarse a las universidades y finalmente evaluar alternativas.
Como conclusión, no tomes tú la decisión de qué deben estudiar tus hijos. En ninguno de los posibles escenarios estás generando responsabilidad y por el contrario estarás coartando su decisión.