Historia
Con el objetivo primordial de elevar la condición humana y social de los hombres y mujeres de México y del mundo, en el año de 1964 se constituye la Universidad Anáhuac.
A partir de la consolidación de esta primera universidad, el compromiso de formar integralmente a un número cada vez mayor de jóvenes universitarios siguió adelante con gran dinamismo, impulsando el surgimiento e integración del resto de las instituciones que hoy conforman la Red de Universidades Anáhuac.
La Anáhuac Puebla inicia actividades en agosto de 2003 e inauguramos nuestro primer edificio en junio de 2004.
¿Quiénes
somos?
Líderes de Acción Positiva
CONFORMAMOS UNA RED INTERNACIONAL
España
1 Universidad
Italia
2 Universidades
Chile
1 Universidad
E.E.U.U
1 Universidad
Misión
Contribuir a la formación integral de líderes de acción positiva y promover institucionalmente el desarrollo de las personas y de la sociedad, inspirados en los valores del humanismo cristiano.
Visión
En 2024 la Universidad Anáhuac Puebla es valorada y reconocida por egresar líderes de acción positiva cuya alta preparación académica, profesional de vanguardia y de nivel internacional, sus valores y virtudes humanas, su formación integral y su visión trascendente, les permiten dar respuesta a los desafíos del mundo contemporáneo por medio de su servicio.
Valores
Formación
integral
Centralidad
de la persona
Sentido de
trascendencia
Pasión por
la verdad
Liderazgo de
acción positiva
Apertura
al dialogo
Compromiso
social
NUESTRO NOMBRE
ANÁHUAC
Significa literalmente: “cerca del agua”. Región de los lagos centrales que dio asiento a la capital azteca: Tenochtitlán, el centro más poblado y de mayor desarrollo cultural de la América Central, donde ahora se alza la Ciudad de México y en ella, nuestra Universidad.
NUESTRO LEMA
VINCE IN BONO MALUM
"Vence al mal con el bien"
Está tomado de la carta de San Pablo a los Romanos (12-21) y es la síntesis de nuestra filosofía educativa.
VINCE IN BONO MALUM
Vencer el mal de la
ignorancia
Con el bien de la ciencia, siendo capaces de orientar una acción eficaz y comprometida para la transformación del mundo por medio de la educación, la cultura y el trabajo.
Vencer el mal del
materialismo
Con el bien del humanismo, haciendo presentes en nuestra vida universitaria y en nuestros programas de educación, investigación y servicios los valores perennes del humanismo cristiano.
Vencer el mal de la
superficialidad
Con el bien de una visión integral del mundo y de la vida, rica en perspectivas humanizadoras y en principios que nos mueven a la responsabilidad, la solidaridad y la fraternidad.
Vencer el mal de la
indiferencia hacia los demás
Con el bien del compromiso social, vivido cotidianamente en nuestra dinámica universitaria como sustento indispensable de una convivencia humana solidaria.
Vencer el mal de la
improvisación
Con el bien del profesionalismo, apoyado en el uso de la tecnología de punta y la vinculación con el mundo empresarial y profesional para sensibilizar a nuestros alumnos sobre las necesidades de las empresas, las instituciones y el gobierno.
Vencer el mal del
sinsentido y la desesperanza
Con el bien del humanismo, haciendo presentes en nuestra vida universitaria y en nuestros programas de educación, investigación y servicios los valores perennes del humanismo cristiano.
Vencer el mal del utilitarismo y del hedonismo
Con el bien de la recta conciencia, regida por el amor a Dios y al prójimo, dentro del mayor respeto a las creencias religiosas de cada miembro de la comunidad universitaria.
Nuestro
Emblema
Basado en la imagen de un TEJIDO EN PROCESO, recoge simbólicamente el TRABAJO DE INTERACCIÓN Y DESARROLLO que caracteriza a la educación: nuestra tarea y compromiso fundamental.