Jubileo: encuentro con el amor misericordioso de Dios

El Jubileo de 2025 nos invita a la reconciliación con Dios, con los demás y con nosotros mismos, como camino de felicidad temporal y eterna.

El Jubileo cristiano tiene sus raíces en las celebraciones jubilares del pueblo de Israel, recogidas en el capítulo 25 del libro del Levítico. Se perdonan las deudas, las tierras regresan a su origen y se devuelve la libertad a los cautivos. Es un año de perdón y de restauración.

La Iglesia Católica retoma esta esta tradición en el siglo XIV bajo el papado de Bonifacio VIII. En el año 1300 se proclama el primer Jubileo Cristiano, invitando a la reconciliación y el perdón de los pecados. A lo largo de los siglos se ha modificado su forma y frecuencia, pero se mantiene su esencia. Es un tiempo de gracia, perdón y renovación espiritual que Dios ofrece a todos sus hijos. ¿La finalidad? Alcanzar aquello para lo que fuimos creados: gozar de la presencia y el amor de Dios para toda la eternidad.

“¿Qué felicidad esperamos y deseamos? [...] Necesitamos una felicidad que se realice definitivamente en aquello que nos plenifica, es decir, en el amor, para poder exclamar, ya desde ahora: Soy amado, luego existo; y existiré por siempre en el amor que no defrauda y del que nada ni nadie podrá separarme jamás”.

Esta es nuestra esperanza. Y el año jubilar nos ofrece algunas oportunidades para preparar el corazón a este encuentro:

• Las indulgencias purifican el corazón de lo que nos impide ver y tocar a Dios, por el pecado en nuestra vida. Se pueden consultar las condiciones de las indulgencias en el sitio del Vaticano.

• La peregrinación a lugares santos, particularmente a las puertas Santas que se abren en diversos santuarios del mundo para esta ocasión.

• Vivir con particular conciencia los sacramentos, principalmente el sacramento de la penitencia, por el que nos reconciliamos con Dios, con los demás y con nosotros mismos.

• Ser testigos del amor y la esperanza teologales, especialmente con los más necesitados.

“El próximo Jubileo, por tanto, será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios. Que nos ayude también a recuperar la confianza necesaria –tanto en la Iglesia como en la sociedad– en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación”.

Referencias:

1. Spes non confundit. Bula de convocación del Jubielo ordinario del año 2025. Papa Francisco. 9 de mayo de 2024.
2. Francisco. (2024, 13 de mayo). Normas sobre la concesión de la indulgencia durante el Jubileo Ordinario del año 2025 convocado por Su Santidad el Papa Francisco. https://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2024/05/13/0392/00808.html#es
3. Spes non confundit. Bula de convocación del Jubileo ordinario del año 2025. Papa Francisco 9 de mayo de 2024 25