¿Se puede disfrutar la adolescencia?

Adolescencia. Compartimos un artículo del Centro Psicopedagógico Anáhuac en el que se llama a los padres a hacer equipo con sus hijos y disfrutar de esta etapa de su vida.

El Centro Psicopedagógico Anáhuac, a través de su Clínica Anáhuac Cenyeliztli, nos comparte un artículo de la maestra Mónica Cervantes Ramírez quien, como psicoterapeuta y mamá, brinda una serie de consejos a los padres para convertirse en catapultas y que sus hijos puedan apoyarse en ellos durante la adolescencia. 

¿Se puede disfrutar la adolescencia de nuestras hijas e hijos?

¡Por supuesto que sí! ¿Cómo? Dirán o pensarán algunos. Podemos disfrutarla casi de la misma manera que hemos disfrutado las etapas anteriores de sus (nuestras) vidas.

• Cuando entendemos que la adolescencia es una etapa inevitable de la vida, que es natural, aunque nosotros como madres y padres no quisiéramos que ocurriera.
   
• Cuando confiamos en nosotras y nosotros mismos y podemos reconocer que lo que les hemos transmitido es útil para que se construyan una vida sana y disfrutable.
   
• Cuando confiamos en ellas y ellos y en su capacidad para tomar decisiones. 
   
• Cuando nos alegramos al compartir con ellas y ellos sus logros y nos emociona que inicien amistades con otros chicos y chicas, o establezcan una sana relación de noviazgo, tanto como cuando nos emocionó que aprendieran a hablar, a caminar y a ganar independencia desde el kínder.
   
• Cuando vemos que es parte de su camino en la autonomía y la independencia o más bien en una interdependencia distinta, y experimentamos cómo se convierten también en un apoyo para nosotros. No cargan nuestras dificultades, pero es diferente vivirlas cuando ellas y ellos están allí.
   

Cuando no nos oponemos a que crezcan, nos convertimos en catapultas y ellas y ellos pueden apoyarse en nosotros en vez de ocupar su energía en librar una lucha para poder crecer.

No siempre es sencillo, por supuesto, les tocó y nos tocó un tiempo difícil, muy difícil; la violencia en sus tantísimas formas, el uso de drogas, el ejercicio de la sexualidad de manera irresponsable, el deterioro de nuestro entorno natural, la contaminación espantosa, la indiferencia ante el sufrimiento de los demás y seguramente un sinnúmero más de problemáticas.

¿Sabías que... nos toca ser responsables y no podemos permanecer indiferentes ante este entorno? Tenemos que hacer equipo con nuestros hijos e hijas.

Y reconocer que cuando no sabemos para dónde o cómo seguir, podemos pedir ayuda. Sin duda, hay personas que siempre nos apoyan directa o indirectamente, pero hay que recordar e incluso reconocer que no tenemos por qué tener siempre la solución, la respuesta. La psicología, los profesionales en las distintas formas de psicoterapias, están allí para apoyarnos.

Es necesario tener presente que quien pide ayuda no lo hace desde la cobardía, sino desde la valentía.

Nota: Estas son parte de las reflexiones de una psicoterapeuta, madre de un adolescente; muy asustada en algún momento por la adolescencia (todavía lejana en ese entonces), pero que ahora goza de los beneficios del trabajo psicoterapéutico personal.

*Mónica Cervantes Ramírez, licenciada en Administración y Finanzas, maestra en Educación y autora de varias publicaciones.

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El Centro Psicopedagógico Anáhuac, integrado por la Clínica Anáhuac Cenyeliztli, la Coordinación de Orientación Vocacional Anáhuac y el Programa de Apoyo al Estudiante (PAE) de nuestra Universidad, tiene como misión atender y mejorar la salud mental de alumnos, profesores, personal administrativo, egresados y público en general. Trabaja en favor de la salud y del bienestar de las personas y familias mexicanas en proyectos formativos, de intervención y de servicio a la sociedad.