
Descubre la magia de la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, patrimonio de la humanidad, así como algunos consejos para que realices tu visita.
Sabías que…
En el corazón de las montañas boscosas entre Michoacán y el Estado de México, a tan solo 100 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, se encuentra la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca. Santuario natural que fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008, debido a que cumple con el criterio (VII) de esta organización, al contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética.
Con una extensión de 56,259 hectáreas, esta reserva alberga cada otoño uno de los espectáculos más extraordinarios de la naturaleza. Millones de mariposas monarca emprenden una travesía desde Norteamérica hasta este refugio, cubriendo los árboles del bosque con su característico color naranja, creando una obra de arte natural que transforma el paisaje. El peso colectivo de estos insectos llega a doblar las ramas de los árboles, una muestra de la magnitud de su migración.
Con la llegada de la primavera, comienza otra etapa fascinante: las mariposas emprenden un viaje de ocho meses hasta el este de Canadá, para luego regresar a México. En este trayecto, cuatro generaciones nacen y mueren, asegurando esta travesía milenaria que ha desconcertado a científicos y expertos, quienes a pesar de los avances no logran descifrar el misterio de cómo logran encontrar su camino de vuelta a este santuario, resaltando la complejidad de la naturaleza.
Más allá de ser un refugio para la mariposa monarca, esta reserva es un símbolo de la necesidad de conservar los ecosistemas que sostienen a las especies migratorias. Su protección no solo beneficia a estos polinizadores, sino que también preserva un legado natural de relevancia global.
Puedes vivir esta experiencia, visitando alguno de los diferentes santuarios abiertos al público en Michoacán y el Estado de México. Por ejemplo, puedes acudir al Santuario Piedra Herrada, ubicado a 26 kilómetros de Valle de Bravo, en los bosques de San Mateo Almomoloa, municipio de Temascaltepec.
Para llegar desde la Ciudad de México, debes tomar la carretera a Toluca y seguir la ruta hacia Valle de Bravo. Desde ahí sigue las indicaciones hacia Piedra Herrada. Este viaje dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos.
El periodo ideal para presenciar este espectáculo natural es en los meses de enero y febrero, aunque la temporada de visita abarca de octubre a marzo. Debido a la altura y bajas temperaturas, te recomendamos llevar ropa abrigadora y calzado cómodo.
Es importante recalcar que deberás hacer una caminata hasta la zona de avistamiento por una pendiente de aproximadamente 2.6 kilómetros, lo que puede ser un reto si no tienes buena condición física o si viajas con personas mayores o niños pequeños. Una opción para quienes prefieren evitar el esfuerzo físico es rentar caballo en el santuario.
Además, te recomendamos llegar temprano para que puedas aprovechar al máximo esta experiencia, ya que el horario de visita es de las 08:00 a las 17:00 horas.
Finalmente, te sugerimos seguir el código del turista responsable:
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Durante mi recorrido, respeto los senderos establecidos.
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Sigo las indicaciones de las y los guías locales.
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No introduzco alimentos, bebidas alcohólicas, objetos punzocortantes, armas de fuego ni mascotas a los santuarios.
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No me llevo plantas, animales, hongos, ni cualquier otro elemento que sea parte del bosque.
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No fumo ni enciendo fogatas.
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Respeto los límites de acceso para la observación de las colonias de mariposa monarca.
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Permanezco en silencio durante mi estancia en el santuario.
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No uso flash para tomar fotografías.
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Durante mi estancia en el santuario, no como ningún tipo de alimento.
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No molesto, no toco ni me llevo mariposas monarca.
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No permanezco más de 18 minutos dentro del santuario, para dar oportunidad a otras personas de vivir esta experiencia sin alterar el estado de hibernación de las mariposas.
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No utilizo sanitizantes ni gel antibacterial cerca de las colonias de mariposas.
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No tiro basura ni cubrebocas dentro del santuario.
Más información:
Dra. Blanca Correa Guevara
blanca.correa@anahuac.mx
Facultad de Turismo y Gastronomía