Tal parece que la necesidad de rendir más y mejor se acentúa cada vez más en la sociedad actual. Aprovechar al máximo los recursos con los que se cuenta y dominar los factores que más influyen en la productividad son temas del interés de muchos, pero que pocos logran profundizar y aterrizar adecuadamente en sus vidas.
Para empezar, es necesario entender que “Hacer más, no implica necesariamente ser más eficiente”. Si bien es importante ser ordenado y aprovechar bien el tiempo, lo más relevante es desarrollar un equilibrio adecuado entre los recursos que con los que se cuenta y las actividades que conscientemente se deciden realizar.
De ahí que, más allá de tu capacidad para organizarte y sacarle jugo a la agenda, te conviene comprender los factores que influyen directamente en tu rendimiento y te ayudan a organizar de forma más eficiente tus recursos, aunque a veces pueden ser difícil, debido a tu rutina y a los hábitos adquiridos desde los que operas la misma.
Cuando hablamos de analizar un comportamiento, hábito o conducta propio, es muy fácil caer en lo que se conoce como ceguera de taller. Es decir, habituarnos a nuestro modo de proceder y volvernos incapaces de observar los puntos que necesitamos cambiar. Así que, es necesario tener claridad de mente para contar con la capacidad de analizar nuestra propia rutina, los hábitos desde los que operamos y la productividad que se deriva de los mismos.
Hay que entender que para “rendir más y mejor”, es necesario desarrollar los siguientes 6 aspectos:
1. Hábitos saludables
Es necesario “empezar por el principio”. El nivel de salud física es el primer aspecto que conviene cuidar. Nuestro cuerpo es el “vehículo” y sostén con el que realizamos cualquier cosa que deseamos, por lo que mantenerlo en óptimas condiciones es esencial. Encuentro 4 aspectos principales que conviene tener en mente: 1) Hacer ejercicio 2) Comer saludablemente 3) Tomar suficiente agua 4) Tomar el tiempo de sueño adecuado. Mantener una disciplina centrada en cuidar estos aspectos influirá directamente en tu estado de ánimo, incentivará la claridad de mente y detonará un mayor rendimiento diario.
2. Orden mental
La mente tiene una gran relevancia en la productividad por lo que nutrirla y domarla es también un requerimiento esencial. Encuentro 3 puntos importantes que conviene considerar para mantener “bien calibrada” la mente: 1) Utiliza tu tiempo conscientemente, 2) Reduce el estrés 3) Ejercita tu confianza. Tener la capacidad de elegir conscientemente la cantidad de tiempo que le destinas a cada cosa, de acuerdo con lo que mejor te retribuya es la primera clave para mantener una mente despejada. Por otro lado, saber controlar y mitigar el estrés es también una necesidad, ya que este es una de las principales causas que minan la claridad de mente. Finalmente, desarrollar la confianza es igualmente necesario, ya que la capacidad personal de logro depende en gran medida de esta.
3. Sentido de realización
¿Te sientes bien con los logros que tienes? ¿Sientes que aportas y haces una diferencia importante en algo? La realización que obtiene en el trabajo es el principal motor que mantiene la productividad. Si no te sientes realizado con lo que haces, será muy difícil sostener tu productividad a tope por períodos prolongados. Con esto no me refiero a únicamente a pensar en una retribución monetaria, ni a que tus actividades tengan que hacerte sentir que estás salvando a la humanidad en cada cosa que haces. La realización es, simplemente, sentir / saber que lo que haces aporta para el bien de otros y tiene un significado y/o relevancia.
¿Te sientes bien con los logros que tienes? ¿Sientes que aportas y haces una diferencia importante en algo? La realización que obtiene en el trabajo es el principal motor que mantiene la productividad.
4. Sentimiento de reto
¿Sientes reto en tus actividades? ¿Tu trabajo te está edificando? ¿Sientes que te estás desarrollando? El reto es el otro motor de la productividad. Si no hay reto, difícilmente habrá motivación y realización a largo plazo y, por consiguiente, impactará también en la productividad.
5. Logro de una retribución
Un gran esfuerzo debe conllevar una gran retribución. ¿Sientes que corresponden los beneficios que obtienes de tu trabajo a cambio de tu esfuerzo y de tu empeño? La retribución es otra de las causas principales que inciden en la productividad.
6. Incremento de la Resiliencia
No todo en la productividad se relaciona con hacer y ejecutar. Hay un factor muy importante que es el de la tolerancia a la frustración. Conocer la propensión de uno mismo a rendirse y trabajar en cultivar la resiliencia para “no tirar la toalla” es esencial a la hora de mantener la productividad. Simplemente, hay ocasiones en que el esfuerzo no trae resultados inmediatos y hay que tener la capacidad de mantenerse por períodos prolongados sin recibir el resultado inmediato esperado.
Recuerda que la productividad no tiene que ver solamente con los resultados finales, sino también con disfrutar el proceso que llevamos a cabo para lograrlos. En la medida en la que entiendas la motivación y todos sus motores como el eje de tu productividad, irás por el camino correcto.
¿Conoces otros factores para influir en tu productividad y rendimiento? ¿Practicas alguna disciplina para incrementar tu claridad mental? Seguiremos platicando de éste y otros interesantes temas en la próxima semana. Te invito, mientras, a participar en este espacio y a seguirme en Twitter: @CarlosLuer. Nos seguimos leyendo por aquí.