Por: Valeria Arellano Delgado
Fundadora de Afortunada Mente®
Maestría en Economía y Negocios, 2014
La situación en México referente a la educación financiera, como lo demostró la Encuesta Nacional de Educación Financiera en 2017, es crítica. México está por debajo del promedio de la OCDE en capacidades financieras. 65 % de los mexicanos gastan más de lo que ganan por falta de educación financiera (ENEF, 2017) y solo el 8 % ha recibido educación financiera desde algún sistema escolar. La falta de educación financiera se convierte en un agravante de problemas sociales como es el caso de las mujeres violentadas, en donde según la Secretaría de las Mujeres, el 41 % de las mujeres violentadas no se separan por dependencia económica (INEGI, 2016).
Desde 2017 se estableció una Estrategia Nacional para abordar este tema en México, con la que se proponía incluir la educación financiera en el programa de educación básica entre otras cinco líneas de acción más entre las cuales destacó también la generación de datos, información y mediciones para evaluar, y en su caso, modificar y mejorar, los esfuerzos de educación financiera. No obstante, el circunstancial cambio de gobierno en 2018 depuso la estrategia rescatándola ahora como uno de los seis objetivos de la Política Nacional de Inclusión Financiera vigente en el sexenio de 2018 a 2024 promovida por un comité liderado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Desde 2008 la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), delegada de la SHCP, organiza la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) como parte de una política pública de concientización, y desde entonces se han unido al propósito instituciones financieras, asociaciones civiles, empresas y emprendedores.
¿Qué Habilidades Requiere Un Buen Manejo Del Dinero?
La mayoría de los programas de educación financiera comienzan por aprender a ahorrar. Si el usuario no ahorra, siente que todas sus finanzas están mal y si no logra adquirir un hábito -o sus ingresos no son suficientes en algunos casos- no pasa a aprender otro tema más. Cuando en realidad el arte de las finanzas personales no es ahorrar, sino saber hacer de todo:
- Saber gastar: qué, cuánto, cuándo y cómo.
- Saber generar: conocer las diferentes formas de generar ingresos y su relación con nuestra disponibilidad de tiempo y talento.
- Saber usar los créditos a nuestro favor: solamente para hacer crecer nuestras finanzas.
- Saber ahorrar: como un hábito para aprovechar oportunidades y cubrirnos de riesgos y emergencias.
- Pero sobre todo que ese ahorro lo sepamos invertir: conocer nuestro perfil, nuestros objetivos y vincularlos con las opciones adecuadas en el mercado.
Y a esto se le llama saber manejar el flujo de efectivo.
Afortunada Mente Puedes Aprender Jugando
Suena complicado, pero son decisiones que se toman diariamente. La ciencia está en desarrollar la habilidad para hacerlo en la proporción óptima y aprender a formar las emociones y decisiones para ir construyendo la vida que se desea. Y de eso se trata el juego de mesa Afortunada Mente®: de enfocarse en la meta y tomar las decisiones de inversión considerando el capital, el flujo y los riesgos, no se puede avanzar sin dinero.
El juego se diseñó para niños, pero cuando adultos con negocio lo empezaron a conocer opinaron que (también) era para adultos. Esto sucede porque la temática del juego es crear un negocio a partir de algún talento y todas las situaciones que presentan las casillas para ganar, perder e invertir son situaciones reales de la economía y los negocios, entonces los niños lo juegan como algo imaginario, mientras que los adultos lo juegan como algo real.
El juego es intuitivo. Al ser un juego para niños entra en competencia contra los iPad que no tienen instrucciones para jugar y son muy dinámicos. Además, los juegos de mesa financieros del mercado son complejos y de larga duración. El objetivo de Afortunada Mente® es llegar precisamente a quienes no les gustan las matemáticas, porque a pesar de eso, es necesario aprender a manejar el dinero. Así que el juego usa fichas de una sola denominación, solo se necesita saber sumar y restar del 1 al 10; y de 30 a 40 minutos para practicar mientras se convive y divierte con la familia o amigos.
Así es como niños desde kinder han podido jugar y divertirse con el juego de mesa. Pueden conocer historias como la de Ale, de 6 años que a raíz de que jugó, emprendió su propio negocio de galletas con su hermana y su mamá. O la de Pato, que a los 9 años aprendió la importancia de invertir en sus talentos y su dinero en cetes. Puedes conocer la historia contada por ellos mismos en el podcast: AfortunadaMente con Valeria Arellano.
Premios Y Validaciones
Desde 2018 el juego se ha comercializado en Amazon. Y al día de hoy ya llega a cualquier parte del mundo. También se ha comenzado a usar en escuelas a través de la Secretaría de Educación Pública y a esta intervención la OCDE la reconoció y publicó como una innovación en la política pública. El diseño del juego también ha competido internacionalmente. En 2019 ganó el People’s Choice Award en The International Business Learning Games Competition en Portugal en donde compitieron juegos físicos y digitales de los 5 continentes.
En México se está formando el ecosistema de la educación financiera: gobierno, bancos, medios de comunicación, creadores de contenido, etc. La pandemia despertó la conciencia de una gran parte de la población hacia la necesidad de construir salud financiera, éste es un paso indispensable para comenzar el cambio.
Un objetivo personal es contribuir a que los contenidos promuevan el desarrollo económico y que la salud y prosperidad financieras ayuden a la persona a su salud integral: mejorar su salud física, sus relaciones, su sentido de vida. Y por otro lado, que las herramientas sean efectivas, es decir, que se lleven a la vida real y no se quede solo en conocimiento teórico y, finalmente, que sea atractivo para cualquiera a pesar de que no estudie una carrera afín.
Una sociedad educada económica y financieramente es, a cualquier nivel, una sociedad menos vulnerable y más independiente. ¿Cómo podrían beneficiarse los actores que
se encuentran en tu entorno?