La aproximación con el Santísimo fue el motivo que la comunidad universitaria tuvo para citarnos a adorar y venerar durante más de una hora a Jesús Sacramentado. En esta ocasión asistimos a toda una fiesta porque fue María, madre del Redentor, quien era reverenciada, puesto que el mes de octubre es el periodo Mariano, lapso de treinta días en el que dedicamos día a día a recordarla, rezando el Santísimo Rosario; fervorosamente implorando y honrando a la siempre pura y sin mancha original, la que es bendita entre todas las mujeres y de toda la humanidad.
Desde muy temprano el ambiente estaba lleno del entusiasmo que a Ella le reverenciamos, recordando su ejemplar vida al lado de su Santificado Hijo. Todos, llenos de ese espontáneo fervor que le debemos, rezamos el rosario, con sus misterios que nos conmueven al recordarnos al Espejo de Justicia; al Vaso Espiritual; a La Puerta del Cielo; a la Siempre Pura e Inmaculada Concepción que vive en todos los corazones de sus bienamados hijos: ¿Qué no estoy yo aquí, que soy tu madre? Y así, desde entonces, Ella cuida de nosotros que somos sus hijitos, como cariñosamente nos llegó a mencionar.
La 10.a Hora Eucarística fue el imponente marco para acercarnos más a nuestra Adorada Madre, de nosotros y del Cristo transformado en el sacramento de la Sacrosanta Hostia, que durante más de una hora inundó con su invisible, pero auténtica presencia el recinto donde todos estábamos congregados. Nos falta muy poco para completar el reto de conmemorar al Altísimo en la Universidad Anáhuac Xalapa. No te olvides que Él es nuestro único bastión de salvación. El reto continúa este 22 de noviembre en punto de las 20:30 hrs., Cristo Rey te espera.