Ahora más que nunca es claro que el mundo cambió. Vivimos una nueva normalidad, surgieron otros retos y hubo que explorar distintos caminos. La sociedad experimentó cambios en todas sus áreas, y la educación no fue la excepción.

La educación fuera del aula
Ante la pandemia del 2020 muchas actividades se detuvieron, otras cambiaron. Se modificó la rutina, la manera de interactuar y relacionarnos con otros. Adaptamos nuestras formas de trabajar, y de tomar clases: el aula se trasladó a nuestro hogar.

Quizá aún es prematuro hacer un análisis de los retos y oportunidades que arrojó la educación a distancia, pero el impacto inmediato fue notable en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

El papel de la tecnología en la educación
En el caso de México, quedó claro que aún no se habían aprovechado al máximo las tecnologías de la información en los procesos educativos. Si bien, es claro que aún existe una brecha digital en el país que es necesario subsanar, pues estos recursos tecnológicos resultan ser un gran aliado, complemento y refuerzo para docentes y estudiantes.

Pero quedó abierta la puerta a la incorporación de las herramientas tecnológicas para mejorar los procesos de enseñanza, de experimentación, de innovación en el aula, y de investigación.

El rol del estudiante en la educación actual
Anteriormente se hacía alusión a un “alumno” que no tenía la capacidad de tomar sus propias decisiones en cuanto a su aprendizaje, afortunadamente, hoy en día la capacidad de aprender fuera del aula, guiado por los intereses personales se incrementó con la posibilidad de tener el conocimiento al alcance de nuestras manos, sin duda, el estudiante ha explorado nuevas formas de obtener información para transformarlo en conocimiento.

La manera en que comprende al mundo, deberá entonces de coincidir con la información que consume, lee y recibe de sus docentes y amigos, además de que estos nuevos conocimientos deben estar disponibles para cuando lo necesite.

¿El docente es un glosario de conocimientos o un guía?
Del mismo modo, la figura del docente giraba en torno a la idea de que era una persona que poseía todos los conocimientos, y, en resumen, su tarea era transmitir a sus alumnos todo lo que sabía. Pero este rol fue evolucionando y adaptándose según el contexto y las nuevas tendencias y necesidades de la sociedad.

En la actualidad, es claro que el docente debe tener un papel de guía y facilitador. Siempre empoderando al estudiante, e invitándolo a explorar nuevas áreas del conocimiento. Y la importancia de sus labores se centran en los siguientes puntos, según la Sociedad Internacional de Tecnología en Educación (STE):

- Motivación del estudiante.
- Compromiso socioemocional.
- Comunicación asertiva.
- Fluidez digital.

Transforma tu entorno a través de la educación
Con esto, nos queda claro que no importa la modalidad de enseñanza, el aprendizaje siempre debe ser el centro de todo, con la meta de expandirlo y colectivizarlo. No importa si las clases vuelven a ser presenciales, es de suma importancia que el estudiante y el docente continúen explorando todas las estrategias mediadas por las TIC para acercarse a nuevas áreas del conocimiento. Incide de manera innovadora en el campo de la educación. Traza nuevas rutas hacia el autodescubrimiento y promueve el desarrollo de la sociedad. Evoluciona, explora y descubre nuevas formas de adquirir conocimientos.

Más información:
Maestría en Educación,
Dr. Luis Medina Velazquez.
lmedina@anahuac.mx