Todo representa una elección, desde el platillo de la cena, hasta la carrera que decides estudiar. Saber tomar buenas decisiones es clave para lograr una vida plena. La importancia de la toma de decisiones radica en que hacerlo correctamente te permitirá ahorrar tiempo, dinero y esfuerzos.
Por fortuna, existen medidas que puedes implementar para convertirte en un mejor tomador de decisiones. Aquí te compartimos 10 útiles consejos para tomar mejores decisiones.
1. Conócete a ti mismo. El autoconocimiento es esencial en el proceso de toma de decisiones. Saber tus gustos y valores, así como tus habilidades y limitaciones ayudará a que al momento de elegir lo hagas correctamente.
2. Enfócate en el presente. Pensar en las posibles consecuencias que tu elección puede ser positivo; sin embargo, hacerlo de modo exagerado puede llevarte a la inacción. Si bien es importante considerar las repercusiones, la realidad es que no tenemos la capacidad de predecir el futuro.
3. Confía en tus instintos. Puedes pensar que para tomar buenas decisiones es necesario un largo tiempo para analizar varias alternativas y sopesar sistemáticamente todos los pros y contras. A veces un juicio rápido puede ser igual de bueno, o incluso mejor.
4. Toma en cuenta tus emociones. Tu estado emocional influye más de lo que piensas en las decisiones que tomas. El que estés alegre, triste, entusiasmado o cansado puede provocar que hagas una elección apresurada o de manera pesimista. Evalúa tu estado de ánimo y cómo está influyendo tu razonamiento antes de decidir.
5. Identifica los riesgos. La familiaridad genera comodidad. Es probable que tomes decisiones que no son buenas simplemente porque es a lo que estás acostumbrado. Puede ser que tengas hábitos nocivos y quizá no estés consciente del daño que te hacen. Por ejemplo hay personas que se alimentan de comida rápida o no hacen ejercicio frecuentemente y creen que está bien porque hasta el momento no han percibido ningún daño en su cuerpo.
6. Cambia de perspectiva. El modo en que abordas un problema juega un papel importante en cómo respondes frente a él. Al enfrentar una decisión, plantéate el problema de modo diferente. Tómate un minuto para ver el problema de forma distinta, esa puede ser la respuesta.
7. Ten cuidado con la presión social. Puedes considerarte una persona segura de sí misma que toma sus decisiones sin que los demás influyan, el hecho es que nadie es inmune a la presión social. Innumerables experimentos revelan que las personas se dejan influir por figuras de autoridad o sus pares y toman malas decisiones.
8. Reduce tus opciones. Al tomar una decisión es posible que evalúes entre distintas opciones e incluso consideres más posibilidades. Lo mejor es que descartes las opciones que no sean viables desde el principio. De este modo, tomar una buena decisión será más fácil.
9. Reconoce tus limitaciones. Es normal tener sesgos, aunque cueste trabajo admitirlo. Nuestro criterio está sesgado. Es imposible ser completamente objetivo.
La mente tiene estrategias que le ayudan a entender situaciones y tomar decisiones más rápido. Y aunque estos atajos mentales permiten simplificar nuestras vidas, en ocasiones pueden llevarnos a tomar malas decisiones.
10. Ponte en otros zapatos. Al enfrentar una decisión difícil, pregúntate: ¿Qué harías si fueras alguien más? o ¿Qué te aconsejaría tu mejor amigo. Es probable que descubras la respuesta más fácilmente cuando al imaginarte como otra persona o desde la sabiduría de otra persona.
Ponerte en otros zapatos o hablar contigo mismo como un amigo de confianza permite distanciarte emocionalmente de la ecuación y ver el problema desde otra perspectiva. Esto te dará la oportunidad de ser más objetivo.