¿Qué es el transhumanismo?
Un artículo que muestra una definición del concepto de transhumanismo, así como sus objetivos, sin dejar de lado el análisis de las cuestiones éticas.
La doctora María Elizabeth de los Rios Uriarte, profesora e investigadora de la Facultad de Bioética de nuestra Universidad Anáhuac México, comparte con la Comunidad Universitaria un artículo sobre el transhumanismo, así como sus cuatro objetivos fundamentales.
¿Qué es el transhumanismo?
Cuando vemos películas en las que aparecen seres humanos con poderes o fuerzas especiales, con partes de su cuerpo modificadas o reemplazadas por máquinas y capaces de actuar con una exactitud tal que nos preguntamos si en verdad siguen siendo seres humanos, estamos frente a un escenario no muy lejano al que se ha propuesto.
Si partimos de la premisa evolutiva que afirma que los seres humanos aún no hemos evolucionado lo suficiente, es decir, que el homo sapiens sapiens que decimos ser no representa el culmen de la evolución, sino que aún nos resta un tiempo para poder alcanzar la excelencia evolutiva y llegar a ser seres humanos perfectos, entonces, de algún modo, hay que hacer que la especie siga ese camino de la evolución.
Esta es pues la intención con la que ha surgido el transhumanismo, corriente propuesta por Nick Bostrom que pretende la generación progresiva de un nuevo individuo de la especie humana denominado poshumano a partir de la gradual modificación del humano tal como lo conocemos hoy en día, pasando por una etapa intermedia denominada transhumano.
De esta manera el transhumanismo es: “un movimiento cultural, intelectual y científico que afirma el deber moral de mejorar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana, y de aplicar al hombre las nuevas tecnologías, para que se puedan eliminar aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana, como son el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento y hasta la condición mortal” (Nick Bostrom, World Tranhumanist Association) .
Esta corriente del transhumanismo tiene fundamentalmente cuatro objetivos:
1. Que los seres humanos vivan un promedio de 500 años.
2. Que los seres humanos tengan un IQ el doble de lo que es el promedio actual.
3. Que el ser humano tenga total y absoluto control de sus impulsos e instintos.
4. Que el ser humano no se enferme ni sufra.
Resulta importante aquí destacar que lo que se quiere en el fondo es eliminar aquello que nos hace vulnerables, es decir, si lo que se quiere es controlar con exactitud nuestra conducta y que se tenga total dominio sobre nuestro cuerpo y nuestra biología, entonces lo que se pretende es que el ser humano deje de ser humano y se convierta en una máquina, huelga decir, predecible y programable.
El proceso gradual al que hace referencia esta corriente consiste en ir modificando al ser humano actual mediante la incorporación de nuevas tecnologías de tal manera que se vayan alterando sus capacidades y potencialidades, pero también su propio cuerpo. Es decir, el transhumano será aquel individuo que recurra a la tecnología para mejorar habilidades y capacidades como la vista, el oído, su resistencia física, su capacidad de memoria, su rendimiento profesional, etc., de tal manera que, poco a poco, iremos conformando una nueva raza de humanos que serán los poshumanos, similar a un algo o alguien perfecto y que no sufre.
Hay que analizar aquí algunas cuestiones éticas, para empezar, aquello que nos hace vulnerables, las razones por las que nos enfermamos, por las que envejecemos y por las que sufrimos y nos morimos son precisamente también aquellas que nos hacen humanos, es decir, que reafirman nuestra esencia en tanto humanos; erradicarlas sería ir en contra de nuestra propia naturaleza e idear un ser humano que ya no sea humano y que modifique su esencia, por eso esta corriente representa un rechazo absoluto hacia nuestra esencia y hacia aquellos contenidos en virtud de los cuales nos podemos llamar humanos. Apostarle entonces a esta evolución sería un atentado en contra de nuestra propia humanidad.
Aunque sería ideal que el ser humano no sufriera ni se enfermara, no siempre resultará deseable si se atenta contra la naturaleza propia y la de la especie. Una segunda consideración ética que vale la pena verter a modo de advertencia, aunque hay muchas más en las que vale la pena profundizar, es el tema de que estos seres humanos perfectos cuya vida puede prolongarse hasta los 500 años, podrían llegar a sustituir a los humanos mortales suplantando trabajos o incluso relaciones sociales.
Con todo ello, el transhumanismo representa un reto para la bioética, pues implica cuestionamientos antropológicos y éticos profundos, es por ello que amerita una reflexión seria y transdisciplinar que ordene sus fines y sus modos al servicio de la persona humana y que no desvirtúe que esta siempre debe ser el centro de las acciones y decisiones humanas, pues si bien es cierto que nunca lograremos ser enteramente perfectos, sí podemos ser cada día más perfectibles.
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La doctora María Elizabeth de los Ríos Uriarte es maestra en Bioética y doctora en Filosofía, Técnico en Urgencias Médicas (TUM) por Iberomed A.C. y scholar research de la Cátedra UNESCO en Bioética y Derechos Humanos. Es además Miembro de la American Society for Bioethics and Humanities, del Colegio de Profesionistas posgraduados en Bioética de México, de la Academia Nacional Mexicana de Bioética y Miembro de Número de la Academia Mexicana para el Diálogo Ciencia-Fe.
Ha impartido clases en niveles de licenciatura y posgrado en diversas universidades y ha participado en distintos congresos nacionales e internacionales de Filosofía y Bioética. Actualmente es profesora y titular de la Cátedra de Bioética Clínica de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac México.
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Facultad de Bioética
Dra. María Elizabeth de los Rios Uriarte
bioetica@anahuac.mx