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La reconstrucción del tejido social y el liderazgo de acción positiva



 humanism Liderazgo Anáhuac en Humanismo

Presentamos un texto en el que se aborda la incansable labor de la Universidad Anáhuac México en la formación de líderes con visión integral que impulsen la regeneración social.

Vivimos tiempos de desmembramiento del tejido social en nuestro país. Las estructuras que alguna vez nos mantuvieron unidos se han fracturado, dejando a nuestro entorno en una fragilidad evidente. Necesitamos “terremotos” en sentido figurado, experiencias que nos sacudan, que nos cimbren, que nos abran los ojos a la realidad. Solo así podremos empezar a sanar y reconstruir nuestro entorno.

El tejido social en México se ha debilitado considerablemente. La violencia, la pobreza y la corrupción son solo algunos de los factores que han contribuido a esta desintegración. Hemos perdido la capacidad de asombro y empatía, y esto nos ha llevado a una apatía peligrosa. La soledad y la fragmentación entre áreas de nuestra vida diaria, tanto en el ámbito personal como profesional, reflejan un problema mayor que debe ser abordado con urgencia.

En este contexto, la Universidad Anáhuac México se presenta como una institución clave para la regeneración social. Su misión de contribuir a la formación integral de líderes de acción positiva y promover el desarrollo de la persona y de la sociedad, inspirados en los valores del humanismo cristiano, es más relevante que nunca. La formación integral que ofrece, basada en principios de honestidad, preparación profesional y responsabilidad social, busca precisamente combatir las causas del desmembramiento social.

El emblema de la Anáhuac, basado en la imagen de un tejido en proceso, simboliza el trabajo de interacción y desarrollo que caracteriza a su educación. Los colores representan la tierra y el sol, evocando la promesa de crecimiento y renovación. El lema, “Vence al mal con el bien”, tomado de la carta de San Pablo a los Romanos, sintetiza su filosofía educativa y compromiso con la reconstrucción del tejido social.

El liderazgo de acción positiva es fundamental para este proceso de reconstrucción. Se trata de formar líderes que no solo sean competentes en sus campos profesionales, sino que también estén profundamente comprometidos con el bien común. Estos líderes deben poseer la capacidad de transformar la realidad, no solo en el ámbito externo, sino también desde una transformación interna, vinculando esfuerzos y promoviendo una causa común.

Para reconstruir el tejido social es fundamental implementar estrategias que integren la educación y la formación integral. Necesitamos metodologías innovadoras en la enseñanza de la ética y el liderazgo. La colaboración entre áreas de la Universidad y la comunidad es esencial para articular proyectos de gran envergadura que tengan un impacto significativo y sostenible.

El compromiso es una promesa conjunta. No podemos desligar el bien individual del bien común. Debemos motivar y movilizar a otros para que se unan a nuestros esfuerzos de transformación social. Cada acción específica, cada iniciativa que emprendamos, debe estar orientada a generar un impacto positivo en nuestra comunidad.

Es tiempo de actuar. Necesitamos esos “terremotos” figurativos que nos sacudan de nuestra apatía y nos impulsen a reconstruir el tejido social. La Universidad Anáhuac México, con su misión y principios, está preparada para liderar este proceso, pero la tarea no es solo institucional, es una responsabilidad compartida. Invito a todos a unirse a este esfuerzo de compromiso y transformación, a ser agentes de cambio y a trabajar juntos para reconstruir el tejido social de nuestra sociedad.


Más información:
Dr. Juan Manuel Palomares Cantero
juan.palomares@anahuac.mx
Coordinación de Ética 
Dirección Académica de Formación Integral