“El éxito consiste en no venderse”: María Zubiaur, CMO de Krispy Kreme México

Nuestra egresada habló sobre la misión y visión humana de Krispy Kreme, la multinacional estadounidense, así como la importancia de la voz y los mensajes que se envían a los consumidores.

Instalada en las oficinas de Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México, María Zubiaur (Comunicación, gen. ‘04) recibió a parte del equipo de la Dirección de Egresados de la Universidad Anáhuac México a quienes les compartió parte de su exitosa trayectoria, misma que la ha llevado a convertirse en la Chief Marketing Officer (CMO) de Krispy Kreme México.

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En un espacio que emula las tiendas de la multinacional estadounidense de donas y café, nuestra egresada nos comparte su secreto para el éxito: “no venderse”, y agregó que “nada debe pagar tus sueños o tus valores, porque el precio por eso es muy elevado”.

En entrevista, también habló de la importancia de la voz y los mensajes que se envían, puesto que “vivimos en un mundo en el que estamos hiperconectados y esto permite al consumidor tener una interacción con la marca del producto mucho más cercana”. 

También aseguró que tanto la misión como la visión de Krispy Kreme es muy noble y busca cambiar la vida de las personas.

“Es increíble cuando te das cuenta de la reacción que despierta una simple dona, ver como se transforman esas caras en sonrisas, aunque sea por un momento. En la empresa queremos compartir la maravilla que es poder contagiar y provocar una sonrisa en los demás, sobre todo porque es una realidad que todos tenemos, y se trata de la necesidad de poder vivir en un mundo más alegre y positivo”, consideró.


Conocerte bien y luchar por tus ideales es para María Zubiaur el motor para moverse cada día, “es como una alineación entre lo que piensas, sientes y dices, y cuando estas en paz con eso, es más fácil disfrutar, gozar y dar lo mejor de ti mismo. Tomar en cuenta la opinión de los demás enriquece al equipo y, por consiguiente, a la empresa, porque siempre hay algo que aportar”, explicó.

Como miembros de una empresa, la directiva aseguró que debemos defender nuestros sueños e ideales, además de hacernos responsables de nuestro crecimiento, puesto que es un tema que “depende de nosotros mismos y esto implica la autorreflexión para conocer qué es lo que nos gusta o no y qué es un no negociable”.  
Finalmente, reveló que comer y disfrutar de una dona de Krispy Kreme es un momento de apapacho, reflexión y alegría, y si está calientita, es como un pedacito de cielo.  

*Colaboración de la licenciada Patricia Allende Cos, coordinadora de Vinculación con Egresados.