Ni popcorn, ni palomitas. En defensa del maíz nativo mexicano. Patrimonio de la humanidad
El Dr. Marco Antonio Cervera nos muestra el valor histórico, cultural y antropológico del maíz nativo mexicano.
En las últimas semanas se ha revitalizado la controversia sobre las prohibiciones a la posible importación de maíz transgénico procedente de los Estados Unidos, tema que se analiza en el marco del T-MEC dentro del panel de controversia referente a dicho tema. De acuerdo con Marcelo Ebrard, secretario de Economía, se encuentra en una situación complicada.
El maíz transgénico genera una amplia discusión en diversos ámbitos. Por un lado, se abordan temas en materia de salud pública, bioética, economía y autosuficiencia alimentaria; por otro lado, se examinan los aspectos culturales en torno a la defensa del patrimonio mexicano.
Es en este último apartado sobre el que queremos hablar en esta nota, con el fin de mostrar los valores culturales que representa el maíz nativo mexicano, tomando como referencia los estudios arqueológicos y de paleobotánica realizados en la cueva de Coxcatlán, así como en Tehuacán, Puebla, donde se han identificado las versiones más antiguas del maíz mexicano, llamado teocintle, (Zea mexicana) mismo que ha sufrido diversas mutaciones hasta transformarse en el maíz moderno. Este cereal fue domesticado durante el Protoneolítico, entre el 5,000 y el 4,500 a.C., aunque algunas investigaciones sitúan esta transformación entre el 3,000 y el 2,500 a.C.
Con el surgimiento de las sociedades complejas en Mesoamérica, comenzó un desarrollo civilizatorio que involucra la evolución de los procesos de producción, distribución y consumo del maíz, a tal grado que se transformó en el principal alimento de estas culturas y se convirtió en parte esencial de su ideología y cosmovisión, siendo el centro de su universo.
Parte de la vida de los pueblos mesoamericanos, así como su cosmovisión, arquetipos, metáforas y equiparaciones simbólicas y ontológicas de la vida cotidiana, hasta la actualidad, está relacionada con el maíz. Al respecto, el Dr. Alberto Peralta de Legarreta, investigador de la Universidad Anáhuac México, afirma que: “El sistema de la milpa, como la vida humana misma, tenía también al maíz como eje primordial”.
Cultura Gastronómica en la Mesoamérica prehispánica
Alrededor de este cereal existían diversos rituales y ceremonias que estaban acompañados de una serie de prácticas interesantes. Por ejemplo, los mayas del periodo Clásico practicaban la deformación craneana para emular la forma de una mazorca, como se aprecia en frisos de Palenque. Otras equiparaciones de esta conexión simbólica podemos encontrarlas en los murales de Cacaxtla en Tlaxcala.
Dentro de los dioses mesoamericanos dedicados al maíz encontramos a Cintétol, Chicomecóatl, Xilonen, Pitao Cozobi, los cuales representaban las etapas de maduración. Estas deidades solían estar ataviados, con tocados de plumas y se identificaban por sujetar mazorcas de maíz en las manos como se aprecia en algunos documentos pictográficos o manifestaciones escultóricas mexicas.
Asimismo, en el ámbito terrenal, la mujer estaba directamente vinculada a la tierra y al producto de la misma, ya que, así como la mujer da a luz a la vida, la tierra es igualmente fertilizada por el agua y la lluvia, dando como resultado el fruto vital para los mesoamericanos, es decir, el maíz.
Gracias a nuevas investigaciones, sabemos que el maíz también desempeñó un papel esencial en las prácticas gastronómicas y bélicas de los mexicas. Por ejemplo, antes de cada batalla a los guerreros se les proporcionaban 500 gramos (tlaxcaltotopochtli) es decir, totopos de maíz, así como un puño de pinole (maíz en polvo), como raciones de guerra. Además, las palomitas de maíz, conocidas originalmente como momoxtli, tienen su origen en el México prehispánico siendo utilizadas en rituales dedicados a Hutizlilopochtli, dios patrono de los mexicas.
Por estos y otros motivos, más allá de las discusiones políticas, bioéticas y de salud pública, consideramos que los mexicanos debemos defender al maíz nativo mexicano como símbolo de cultura y patrimonio milenario, así como evitar la presencia de maíces transgénicos de dudosa procedencia e innecesarios para el consumo nacional.
Siendo México la cuna del maíz, consideramos que dichas importaciones pueden atentar contra una tradición culinaria y milenaria que forma parte del patrimonio de la humanidad.
Referencias:
Cervera Obregón, M. A. (2023). Maíz, frijol y chile. La alimentación del ejército mexica durante las campañas militares. Cuicuilco: Revista de Ciencias Antropológicas, 86, 223–248.
Peralta de Legarreta, A. (2018). Cultura gastronómica en la Mesoamérica prehispánica. Universidad Anáhuac México, Siglo XXI.
Más información:
Dr. Marco Antonio Cervera Obregón
marco.cervera@anahuac.mx
Facultad de Educación y Humanidades