Debate académico sobre la batalla cultural desde el humanismo cristiano

Liderazgo Anáhuac en Humanismo
Durante la primera Academia de Formación Integral de Posgrado para docentes, expertos analizaron las perspectivas opuestas, desde el conflicto ideológico hasta la restauración cultural basada en la tradición.
El 28 de febrero de 2025, se realizó la primera Academia de Formación Integral para el claustro de profesores de posgrado, espacio que fomentó la reflexión y el debate sobre los desafíos del horizonte cultural contemporáneo. En esta ocasión, el tema central fue la relevancia del concepto de guerra o batalla cultural, especialmente en un contexto marcado por la polarización ideológica.
El encuentro se desarrolló con rigor académico y permitió el contraste de diversas perspectivas. Por un lado, se presentaron las posturas de Axel Kaiser y Agustín Laje, quienes sostienen la existencia de un conflicto inevitable entre visiones antagónicas, en el que los valores occidentales y el humanismo clásico se ven amenazados por corrientes ideológicas posmodernas, emotivistas o de izquierda radical. En contraposición, se expuso una visión alternativa a partir de una entrevista al filósofo francés Fabrice Hadjadj, quien alerta sobre el peligro de adoptar un discurso bélico. Según esta postura, la meta no es combatir, sino restaurar la cultura mediante el arraigo en la tradición, el cultivo del espíritu y la reivindicación del humanismo clásico.
La academia reunió a un numeroso grupo de docentes de disciplinas como antropología, ética, filosofía, historia y teología. Cada uno de ellos contribuyó a problematizar la pertinencia e implicaciones de ambas posturas. Durante la discusión se evidenció un dilema fundamental: si bien el concepto de batalla cultural evoca un enfrentamiento que podría debilitar el diálogo y la construcción cultural, es innegable que determinadas corrientes ideológicas, identificadas con una izquierda radical y el movimiento woke, han adoptado actitudes comparativas que desafían instituciones esenciales como la familia e incluso cuestionan los principios de la racionalidad.
El debate también abordó el papel decisivo de los medios de comunicación y las redes sociales en la difusión de ideas, incidiendo en la percepción de la realidad y en la redefinición de las relaciones entre la ciudadanía, las instituciones y el legado cultural occidental, sobre todo entre los jóvenes.
Desde la perspectiva universitaria, se resaltó la necesidad de una respuesta intelectual sólida, fundamentada en el humanismo cristiano que integra la razón griega con la tradición judeocristiana. La tarea, según los participantes, no es abandonar el diálogo ni la empatía, sino asumir la responsabilidad de argumentar, discernir y sostener con claridad la búsqueda de la verdad. De igual forma, se subrayó la urgencia de formar nuevas generaciones de líderes con vocación política, capaces de resistir narrativas fragmentarias y de contribuir a la reconstrucción cultural desde sus raíces.
Lejos de ser un mero intercambio de ideas, esta primera academia se constituyó en un foro de pensamiento crítico, donde la argumentación rigurosa y el compromiso intelectual posibilitaron un debate respetuoso y fundamentado.
La conclusión general se inclinó hacia una visión equilibrada: aunque el término batalla cultural puede resultar controvertido, existe una lucha política que debe combatirse con claridad y convicción en defensa de la cultura y de los principios que sustentan la civilización occidental.
Sin duda, esta experiencia dejó abierta la puerta para futuras reflexiones e invitó a la comunidad académica a profundizar en estos diálogos, siempre desde el pensamiento crítico y el compromiso con la verdad.
Más información:
Mtra. Carolina Sánchez Díaz de León
carolina.sanchezd@anahuac.mx
Dirección de Posgrado