Cena de Gratitud por el 60 aniversario de la Universidad Anáhuac México

La Anáhuac agradece la confianza de sus alumnos fundadores y la generosidad de sus bienhechores a lo largo de estas primeras seis décadas.  

En el marco del 60 aniversario de la Universidad Anáhuac México, se ofreció la Cena de Gratitud para reiterar el profundo agradecimiento a quienes confiaron en la promesa de la Anáhuac, siendo sus primeros alumnos, así como a quienes han confiado desde entonces con generosidad como bienhechores, permitiendo el continuo desarrollo de la Institución.   
  
El evento se realizó en el vestíbulo del Teatro Ángel y Tere Losada en el Centro Cultural Mexiquense Anáhuac, donde los cerca de 150 asistentes convivieron con las autoridades universitarias y los integrantes de la Junta de Dirección de la Universidad, intercambiando amenamente anécdotas y experiencias. Abrió el evento el presidente de dicha junta, el P. Alberto Simán, L.C., quien expresó los profundos sentimientos de gratitud de la Anáhuac y aseguró el renovado compromiso de esta con su misión de cara al futuro.   
  
Uno de los momentos más destacados de la velada fue la intervención de Carlos Autrey Maza, uno de los 48 alumnos que iniciaron su carrera el primer día en que la Anáhuac abrió sus puertas en febrero de 1964 y quien también es un importante bienhechor de la Universidad, ya que junto con sus hermanos donaron el edificio Adolfo E. Autrey y Sita Maza de Autrey de la Facultad de Ciencias de la Salud, en memoria de sus padres. Durante su discurso, recordó con emoción el inicio de las actividades universitarias y presentó a quienes aún viven de esa generación, subrayando la determinación que caracterizó a los pioneros en el camino por el que más de 70,000 egresados han transitado hasta el día de hoy.  
  
Hacia el final de la cena, el Rector de la Universidad Anáhuac México, el Dr. Cipriano Sánchez García, L.C., ofreció un mensaje lleno de emoción y reflexión en el que resaltó que una institución educativa no se define únicamente por sus edificaciones, sino también, de manera especial, por las personas que la conforman. Además, ofreció un recordatorio inspirador de la esencia misma de la Comunidad Universitaria: una familia unida por el compromiso con la excelencia y el desarrollo integral de cada individuo.   
  
De este modo, la Cena de Gratitud fue un sincero tributo a la confianza, a la generosidad y a la cercanía de quienes han confiado desde el primer día en la misión de la Anáhuac, rindiendo honor a sus primeros alumnos y a sus generosos bienhechores.