Bienestar financiero de las personas mayores en México
La Dra. Montserrat Reyna Miranda, profesora-investigadora de la Facultad de Economía y Negocios, nos explica cómo México enfrenta el envejecimiento rápido de su población y cómo los cambios en los sistemas de ahorro para el retiro a finales de la década de los 90 responden a un cambio demográfico significativo.
Actualmente, el gobierno está haciendo esfuerzos para garantizar que los trabajadores alcancen una pensión digna al jubilarse. El más reciente es el aumento gradual en la aportación patronal a la cuenta de ahorro por cesantía y vejez del trabajador, que en 2023 será de 3.150 por ciento del salario base de cotización y aumentará paulatinamente hasta llegar a un 11.875 por ciento (Art. 168, fracción II, inciso a de la Ley del Seguro Social). Estos cambios se basan en la idea de que una mayor tasa de reemplazo (el porcentaje del salario que una persona puede esperar recibir en su etapa de retiro), es decir, un mayor nivel de ingreso, mejorará el bienestar de las personas.
Sin embargo, existe otra faceta del bienestar financiero relacionada con la capacidad de las personas mayores para acceder a servicios que les permitan gestionar sus recursos a través de inversiones y ahorro, así como acceder a crédito no abusivo. Es una realidad que en México y en el mundo, este es uno de los sectores de la población que más sufre la falta de inclusión financiera (OCDE, 2019), ya que muchas compañías establecen un límite máximo de edad para el acceso al crédito, que generalmente oscila entre los 60 y los 75 años. Esto significa que las personas que superan los 75 años encuentran grandes dificultades si necesitan un préstamo y en la mayoría de los casos, recurren a mercados informales con tasas de interés elevadas.
Más allá de la oferta limitada de servicios financieros, hemos encontrado barreras reportadas por los adultos mayores. La primera es el desconocimiento, el 45 por ciento de los adultos mayores entrevistados (muestra de 1988 adultos mayores en el Estado de México) reporta que no sabe utilizarlos, particularmente aquellos que se ofrecen de manera electrónica. La segunda es la desconfianza en el sistema financiero, reportada por el 18.91 por ciento de los entrevistados. Es importante considerar que las personas mayores en nuestro país han atravesado varias crisis económicas en las que no necesariamente han tenido una experiencia positiva con estas instituciones.
En menor medida, se informa que los adultos mayores no tienen interés en utilizar estos servicios debido a preocupaciones sobre el riesgo de fraude, robo de identidad o costos elevados. Finalmente, dos respuestas, aunque mencionadas por un pequeño número de adultos mayores, ponen de manifiesto los desafíos que esta industria debe abordar. La primera es que tres de ellos informaron tener una discapacidad que les impide utilizar estos servicios, lo que plantea el reto de hacerlos más accesibles para las personas con discapacidad. La segunda es que 16 entrevistados informaron que alguien más maneja sus finanzas, lo que aumenta el riesgo de abuso hacia los adultos mayores.
Dado lo anterior, es importante analizar el bienestar financiero de las personas mayores en México desde diferentes perspectivas. Esto nos permitirá desarrollar políticas dirigidas a mejorar los ingresos que puedan obtener en su etapa de retiro y a facilitar su acceso a sistemas que les permitan gestionar y optimizar esos ingresos.
Referencias:
OECD (2019) G20 Fukuoka Policy Priorities on Aging and Financial Inclusion - 8 Key Steps to Design a Better Future. Recuperado en octubre de 2023, de: https://www.oecd.org/financial/education/ageing-and-financial-inclusion.htm
Ley del Seguro Social. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de abril de 2023. Recuperado en octubre de 2023, de: https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/pdf/leyes/LSS.pdf
Más información:
Dirección de Investigación
Dr. José Honorio Cárdenas Vidaurri
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