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Aproximación a la persona desde el pensamiento de Karol Wojtyla



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En este texto, el doctor Ricardo Rivas, profesor-investigador de la Facultad de Humanidades, Filosofía y Letras, recupera a la persona en la filosofía de Karol Wojtyla para recordarnos la irreductibilidad del ser humano.

El a priori de la persona. Aproximación fenomenológico-hermenéutica a la persona desde el pensamiento de Karol Wojtyla

 

Este ensayo se sitúa en el contexto de una doble discusión. Por una parte, después de testimoniar la irracionalidad de una racionalidad que se subordinó a una voluntad de dominio y que desembocó en la barbarie, diferentes voces de la filosofía contemporánea no tardaron en declarar la crisis y el agotamiento del humanismo occidental: “La muerte del sujeto”.

Por la otra, la misma crisis cultural del siglo XX obligó a revisar los fundamentos sobre los que se asentaba nuestra comprensión de la realidad, orillándonos a la conclusión, según la cual toda metafísica debía ser superada.  La propuesta que se ofrece en este escrito es la recuperación de la persona en la filosofía de Karol Wojtyla, a través de la integración de tres miradas metodológicas: la fenomenología, la hermenéutica y el método trascendental.

De acuerdo con los dos ámbitos de discusión, señalados anteriormente, se pretende responder, en primer lugar, que la “vuelta a la persona” que se ha dado en el movimiento filosófico llamado personalismo, al que se adscribe el pensamiento del filósofo polaco, es de hecho la rehabilitación de un humanismo integral. En su concepción antropológica, Wojtyla nos confronta con tres dimensiones de la existencia irreductibles en el hombre, las cuales ponen de manifiesto el altísimo rango que tiene la persona en la escala de la realidad. Estas dimensiones irreductibles son la subjetividad personal; la experiencia moral, y la libertad como autodeterminación y autofinalidad. Estas dimensiones están implícitas en la experiencia que toda persona tiene de sí misma.

En segundo lugar, ante las impugnaciones por superar toda metafísica, el presente estudio también responde que, más allá (o más acá) de los supuestos o principios ofrecidos por las metafísicas clásica y moderna, tales dimensiones irreductibles pueden ser consideradas como “evidencias paradigmáticas”, en tanto condiciones de posibilidad de nuestra comprensión de la realidad. Una evidencia paradigmática es aquella formulación o enunciado que no puede ser puesto en duda sin caer en una contradicción con lo afirmado; tiene un carácter axiomático, por lo cual no puede ser demostrada, sin embargo, cualquier demostración la presupone a sí misma. Dicho lo cual, la subjetividad personal, la experiencia moral y la libertad, como autodeterminación y autofinalidad, son autoevidentes y se revelan a sí mismas en la experiencia originaria de ser persona.

En suma, la experiencia de ser persona que cada uno tiene de sí mismo, a través de esas dimensiones irreductibles, bien puede ser considerada como un a priori: “Nuestra comprensión del mundo siempre estará mediada por nuestra experiencia como personas, o, mejor dicho, la comprensión del mundo presupone la autocomprensión de la persona, como ese a priori precategorial. Y la deriva que queremos destacar de todo ello es el alcance moral, pues esto permite dimensionar el sentido y valor de la persona, el significado de ser fin en sí misma […] Volver a la persona es recuperarla y ubicarla en su justa dimensión como «la medida de todas las cosas», no en sentido relativista sino en cuanto al primado de su ser y valor incondicionado”.

Referencia:

  • Rivas-García, R. “El a priori de la persona. Aproximación fenomenológico-hermenéutica a la persona desde el pensamiento de Karol Wojtyla”, en Quién. Revista de filosofía personalista, 16 (2022).

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Más información:
Dirección de Investigación
Dr. Jose Rodrigo Pozón López
jose.pozon@anahuac.mx