La Anáhuac celebra el inicio del Jubileo 2025 con misa de renovación espiritual
Liderazgo Anáhuac en Humanismo
Con una solemne celebración eucarística, dio inicio el ciclo académico y el Jubileo 2025, destacando la esperanza cristiana como motor de transformación y compromiso social.
El 27 de enero de 2025, la Capilla Universitaria del Campus Norte acogió una emotiva celebración eucarística que dio inicio al nuevo ciclo académico y marcó la apertura del Jubileo de la Esperanza 2025. Este evento, dedicado a la renovación espiritual y al compromiso con la transformación social, fue concelebrado por los sacerdotes, el P. Alfonso López, L.C., el P. Gaspar Guevara, L.C., y el P. Lucas Tenier, L.C.
La homilía estuvo a cargo del Rector de la universidad, el P. Cipriano Sánchez García, L.C. En su mensaje, destacó el papel central de la fe como una fuerza activa y transformadora en la vida de la comunidad universitaria. Citando las palabras de San Pablo, subrayó que “la esperanza no defrauda”, porque está cimentada en el amor de Dios. Este amor, explicó, impulsa a superar las limitaciones personales y a compartir con los demás.
Asimismo, hizo un llamado a la Comunidad Anáhuac para asumir la esperanza cristiana como un compromiso tangible con el bien común. Ya sea como alumnos, profesores, administrativos o directivos, cada miembro de la universidad tiene la responsabilidad de ser un agente de cambio en su entorno. Vivir de esta manera implica actuar con valentía y compromiso en favor de la justicia, la paz y la solidaridad, especialmente hacia los más vulnerables.
Durante la homilía también resaltó el papel de la educación en este proceso. “No solo formamos profesionales competentes, sino hombres y mujeres capaces de generar un cambio positivo en la sociedad”, afirmó el P. Cipriano, e instó a los presentes a ver el ámbito académico como un espacio privilegiado para construir relaciones de fraternidad y vivir la solidaridad a través de acciones concretas.
El Jubileo 2025 fue presentado como una oportunidad única para renovar la fe y la confianza en Dios mediante actividades espirituales y obras de misericordia. El Papa Francisco, en el marco de esta celebración, ha recordado que estas prácticas no solo transforman a quienes las realizan, sino que también tienen el poder de impactar a quienes las reciben. Entre las actividades propuestas, se destacó la realización de obras corporales y espirituales, como ayudar a los pobres, visitar enfermos y presos, y participar en iniciativas de voluntariado.
Por último, el Rector invitó a los asistentes a convertirse en signos de fe en sus respectivas áreas. Desde las aulas y oficinas hasta las relaciones interpersonales, cada espacio puede ser un ámbito para vivir y compartir los valores cristianos. Este compromiso, añadió, no debe limitarse a esperar un cambio pasivo, sino que exige actuar con decisión para transformar la realidad.
La misa concluyó con un mensaje de unidad y acción: “Renovemos nuestra esperanza y hagamos de nuestra universidad un lugar donde formemos no solo mentes, sino también corazones comprometidos con un mundo mejor”. Este llamado marcó el inicio de un ciclo académico que promete estar guiado por la fe y la solidaridad.
¿Quieres saber más sobre el Jubileo de la Esperanza? Te invitamos a leer este artículo: Jubileo 2025: El amor misericordioso de Dios.
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Lic. Crisette Romero Lugo
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