Santa Teresa de Ávila, mujer que revolucionó en la Edad Media
Este 15 de octubre, la Iglesia católica homenajea a Santa Teresa de Jesús, también conocida como Santa Teresa de Ávila, fundadora de las Carmelitas descalzas, apóstol incansable, escritora, poeta, mística excepcional y una de las grandes maestras de la vida espiritual.
"La única razón que encuentro para vivir, es sufrir y
eso es lo único que pido para mí"
Santa Teresa de Ávila
Santa Teresa de Ávila, considerada una de las tres doctoras de la iglesia, fue una mujer admirable a lo largo de su historia. Nació en la ciudad Castellana de Ávila en 1515 y, desde los siete años de edad, disfrutaba leer sobre las vidas de los santos, ya que admiraba la victoria de estos al conseguir la gloria eterna y estaba asombrada por los mártires que llegaron al cielo “a un precio muy bajo”, por lo que deseaba morir por su fe.
Cuando tenía solamente catorce años, su madre murió y, por la tristeza de este acontecimiento, pidió a la Santísima Virgen que la tomará como su hija, pero, a pesar de tener tanta fe desde pequeña, tuvo un momento en el que se interesó por las novelas y la moda, alejándose de lo que ella tanto anhelaba: el cielo.
Fue entonces cuando su padre la envió a estudiar al convento de las Agustinas en Ávila. Tiempo después, a pesar de la oposición de su padre, ingresó como religiosa al convento carmelita de la Encarnación, en Ávila, pero en ese momento padecía de una enfermedad que le causaba mucho sufrimiento situación que logró soportar gracias a la oración mental.
Su prudencia, amabilidad y caridad era notoria por la gente que la rodeaba, por lo que, al ser carismática y platicadora, tenía una lucha interna por hacer un espacio para la vida de oración, aunque, al morir su padre, su confesor le aconsejó priorizar la oración.
Entonces, a través de la oración de quietud y de unión, Dios empezó a visitarla con visiones y comunicaciones interiores. Esto le causó confusión a Teresa, ya que algunos aseguraban que probablemente eran visiones del demonio, ya que Dios no le concedería tal gracia a alguien tan imperfecta como ella.
En los encuentros que tenía con Dios, llegó a estar en estado de éxtasis, y narra Santa Teresa de Ávila que llegó a elevarse hasta un metro de altura, lo que manifestaba la grandeza y la bondad de Dios de tal manera que ella anhelaba morir pronto para unirse con Él.
Después de vivir todo esto, Santa Teresa de Ávila escribió su autobiografía y otras obras, tal como El camino a la perfección y Castillo interior. Además, fundó la Orden de las Carmelitas Descalzas.
*Colaboración de Regina Ramos Yakovlev, alumna del 7º semestre de Psicología.
Conoce más sobre Santa Teresa de Ávila en el siguiente enlace: https://www.corazones.org/santos/teresa_avila.htm
Oración de Santa Teresa de Ávila
Poema "Nada te turbe”
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
solo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
solo Dios basta.
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Dirección de Pastoral Universitaria Campus Sur
P. Sergio Salcido Valle, L.C.
padre.sergio@anahuac.mx