Cuaresma 2023: Tiempo de caminar hacia Dios

Nuestro Rector, el Padre Cipriano Sánchez García, L.C., ofreció dos retiros de Cuaresma para reflexionar sobre esta época del año, la más importante para los católicos.
 

“Acércate a Dios y Él se acercará a ti”. 
Santiago 4:8

La Cuaresma es símbolo y representación de la fatiga, lucha, hambre, sed y cansancio que el pueblo de Israel padeció en el desierto en su camino a la tierra prometida. 

En esta época Cristo y la Iglesia Católica nos hacen un llamado a pedir perdón por nuestros pecados, a reflexionar por nuestras acciones, a compartir con el prójimo, a hacer buenas obras y, sobre todo, a caminar hacia Dios y al amor que nos tiene.

Bajo ese llamado, nuestro Rector, el Padre Cipriano Sánchez, L.C., ofreció dos retiros de Cuaresma, uno en el Auditorio de Rectoría del Campus Sur y otro en la Capilla Universitaria del Campus Norte los días 14 y 15 de marzo, respectivamente.

“Hoy, nuestros corazones pueden estar sometidos a los ladrones y a los vendedores, o pueden ser el lugar del encuentro con Dios por medio de la búsqueda, de la respuesta a las interrogantes centrales del corazón, de volver a vislumbrar la luz del Dios verdadero y hacernos templos limpios de su presencia. Templos nuevos en su estilo de vida que lucha contra los ladrones, templos nuevos que dejan fuera a los ídolos que nos hacen esclavos de lo peor de nosotros mismos”, compartió el Padre Cipriano al comenzar su reflexión sobre esta Cuaresma. 

De igual modo, explicó que “Jesús entra al templo el domingo de Ramos para volver a poner en el centro de la vida humana el amor. Y lo hace poniéndose él mismo, como el amor hasta el extremo, el amor que por los hombres se entrega totalmente a Dios”.

El Rector dividió ambos retiros sobre la Cuaresma en cuatro reflexiones: la presencia del corazón nuevo en el misterio pascual: la entrada en Jerusalén; la presencia del amor en el misterio pascual: la entrega en la última cena, la presencia del dolor en el misterio pascual: el camino de la cruz, y la presencia de la gloria en el misterio pascual: la experiencia compartida de la resurrección.

Durante la primera parte reconoció que la purificación de Jesús no es la purificación que destruye, sino la purificación que sana. “Jesús muestra a Dios como el que ama, y su poder como el poder del amor. Así nos dice qué es lo que formará parte para siempre del verdadero culto a Dios: curar, servir y la bondad que sana”.

Consideró también que es tiempo de caminar hacia Dios y aprender de Jesús el modo correcto de ser seres humanos por medio de la reconciliación que lleva a la paz. “Él es en cada Eucaristía quien entra a nuestro templo, nos purifica, nos sana y nos hace mensajeros de su paz y del modo de vivir como quien ama y es libre de los ladrones y de los ídolos, para hacer la experiencia del bien y de la cercanía de Dios”.
 

Sobre la Semana Santa, dijo que la cena del Jueves Santo nos llama a dar la prueba de credibilidad de la verdad cristiana, que se demuestra con el amor. “En la Última Cena todo habla de entrega por parte de Jesús. Esta entrega toma forma especial en la Eucaristía, en la que se entrega a nosotros con la sencillez del pan y del vino. Por eso, la Eucaristía nos invita a purificarnos y a recibir con un corazón nuevo la presencia de Jesús, que es un don de amor, que nos muestra su amor y nos invita a dar amor también a través del perdón ofrecido y recibido”.

Para finalizar, precisó que Jesús resucitado es “la cumbre de la felicidad y el amor que provienen de la certeza de no haber sido sometido por la muerte y el pecado; la certeza de que Dios no abandona nunca a quien ama. La resurrección es esencialmente un acontecimiento de amor: amor del padre que entrega al hijo para la salvación del mundo; amor del hijo que se abandona en la voluntad del padre por todos nosotros; amor del espíritu que resucita a Jesús de entre los muertos con su cuerpo transfigurado”.

Así como el Rector, invitamos a toda la Comunidad Anáhuac a acercarse a los dolores de nuestros hermanos y ser conscientes de ellos, así como del egoísmo, de la injusticia, del odio y de la violencia que vivimos en la sociedad, y pedir perdón por nuestros pecados y caminar en estos días de Cuaresma de la mano y hacia Dios.

Pastoral Universitaria