Miembros de Arquitectura investigan el impacto ecológico del crecimiento urbano en el Parque “Luis Barragán”

Un grupo de alumnos de la Maestría en Arquitectura y Sostenibilidad publicaron un artículo en la revista Espacialidades de la UNAM.

Alumnos de la Maestría en Arquitectura y Sostenibilidad, bajo la coordinación de la Dra. Ivonne Plata Ortega, de nuestra Facultad de Arquitectura, publicaron un artículo sobre el impacto ecológico en el Parque "Luis Barragán" en la revista indexada de investigación Espacialidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El texto del grupo integrado por Rodolfo Manuel Álvarez, Sebastián Jorge Lara, Alfredo Phillips, Sofía Fernanda Soto y Laura Zamora, pertenecientes al Taller de Investigación de dicha Maestría, hace una semblanza sobre los inicios de la urbanización del Pedregal de San Ángel, cuando el Arq. Luis Barragán tuvo la visión de crear una zona residencial que respetara el entorno natural del paisaje formado por la vegetación endémica y la piedra volcánica característica del lugar, proyecto al que más adelante se integraría el Arq. José Villagrán y el pintor Diego Rivera, quienes plantearon un esquema de diseño de conservación natural para la creación de “jardines habitables”.

Este desarrollo nació en la segunda mitad de los años 40, donde la posguerra inyectó recursos económicos a la Ciudad de México que, al extender sus zonas urbanizadas, recibió nuevos pobladores del país vecino quienes invierten en bellas propiedades para su retiro.

*Parque Luis Barragán. Imagen tomada de Google Maps.

Al paso de los años las organizaciones gubernamentales han permitido muchos cambios a los usos de suelo originales, provocando la subdivisión de lotes que en el pasado eran casas unifamiliares con grandes jardines. Actualmente, gracias a la alta demanda de vivienda, dichos terrenos han sido reducidos y transformados en usos que van desde multifamiliares, hasta oficinas y comercios.

Estos cambios evidentemente han afectado el área del parque que poco a poco no solo ha perdido un 55% de su área original, sino que se encuentra en situación de degradación, abandono y donde han desaparecido numerosas especies de animales y plantas.

El propósito de esta investigación es hacer un llamado a las organizaciones gubernamentales y vecinales para desarrollar normativas que promuevan la protección de las pocas áreas verdes que aún quedan en la ciudad, y aunque cuenten con superficies reducidas como para considerarse reservas ecológicas, sí representan un equilibrio en los ecosistemas y en la vida de los pobladores del lugar.

El artículo se encuentra en la revista Espacialidades, Volumen 9, Núm. 02, pp. 64-87. http://espacialidades.cua.uam.mx/vol/09/2019/02/04_Hernandez.php