Liderazgo y personalismo
Una investigación que revisa la filosofía personalista para disponer de la noción sistemática de la persona en toda su complejidad y a, partir de ella, generar la propuesta de un modelo de liderazgo personalista integral con ética y trascendencia.
Marcela de la Sota Riva Echánove, profesora universitaria y coordinadora de la Licenciatura en Economía de la Facultad de Economía y Negocios; María de Lourdes Cabrera Vargas, profesora-investigadora y coordinadora de la Maestría y Doctorado en Filosofía de la Facultad de Humanidades Filosofía y Letras, y Eduardo Zainos García-Cano, director de la Dirección Académica y Formación Integral, todos ellos de nuestra Universidad Anáhuac México, nos presentan una investigación sobre cómo a partir de la antropología filosófica de Juan Manuel Burgos es posible proponer un liderazgo integral como el que requiere la sociedad actual.
Liderazgo y personalismo
En el estudio del liderazgo en las organizaciones predomina una perspectiva descriptiva que, al fundamentarse en el análisis de las conductas del líder y en la evidencia empírica, es parcial y fragmentada. Una comprensión más profunda de este fenómeno requiere de una antropología sólida que explique el concepto de persona que subyace en él, pues la manera en que el líder concibe a la persona determina su estilo de liderazgo y sus objetivos. Para esta investigación nos apoyamos en la propuesta antropológica integral de Juan Manuel Burgos, la cual tiene una fuerte influencia de la propuesta filosófica de Karol Wojtyla.
Esta propuesta busca incluir todas las dimensiones de la persona, interactuando de manera sistemática, para sustentar la ética personalista. Lo anterior permite intuir que el personalismo integral puede brindar una antropología sólida que sustente un modelo de liderazgo para organizaciones con la impronta del personalismo.
Sobre esta base, se propone un modelo de LPI que contemple a la persona de manera sistemática, reconozca su valor y apoye el sentido ético y trascendente que todo líder debe poseer. Cuatro son los ejes de nuestro modelo: corporal, intelectual, afectivo y trascedente. Además, proponemos dos elementos, el primero se encuentra en el centro y encontramos a la motivación como el lugar central en el LPI, la cual mueve a la acción y se refiere a las fuerzas que inciden en una persona para detonar, guiar o mantener un modo de proceder. El líder presenta una misión que ofrece sentido de vida a sus colaboradores, cuyo valor intrínseco los motiva para asumirla.
El segundo elemento vectorial del modelo es la intersubjetividad, el carácter relacional de la persona, que es lo que permite al líder conocer a sus seguidores, que estos lo conozcan a él y también que los seguidores se conozcan entre ellos; de este modo es posible que todos conformen un equipo de trabajo. En el modelo se puede distinguir a los seguidores quienes, como personas, están representadas con la misma estructura antropológica del líder. El área de intersubjetividad del líder y de los seguidores se comparte el encuentro, el diálogo y la vida comunitaria.
Elaboración propia
Algunas conclusiones que desarrollamos en el artículo son: El LPI elaborado en torno a una concepción profunda y sistemática de la persona sustenta el sentido trascendente y la ética que deben caracterizar a todo líder y, como consecuencia, un entendimiento más humano de las organizaciones. Este modelo amplía la visión del liderazgo, pues concilia tanto los intereses de la organización como los de todas las personas involucradas en ella hacia el bien común.
Así pues, la propuesta del LPI cambia la perspectiva del liderazgo aportada por otras corrientes, que no parten de una definición de persona y no la contemplan en toda su riqueza y complejidad. Tener una base antropológica robusta permite una mejor comprensión del liderazgo en las organizaciones y del papel que juegan el líder y los seguidores dentro de estas. Al mismo tiempo, proporciona los fundamentos del sentido ético y la vocación trascendente que deben caracterizar a todo líder.
Es necesario que las instituciones de educación superior incorporen esta visión integral del liderazgo a los contenidos de todos sus programas para que su perfil de egreso impulse el surgimiento de los líderes que requiere la sociedad.
En orden a lo anterior, es necesario estudiar el fenómeno de manera multidisciplinaria, toda vez que el liderazgo se relaciona con aspectos que involucran a la filosofía, psicología, la educación, la sociología, entre otras. De esta manera, el liderazgo adquiere un carácter integral, no solo porque el líder dispone de una visión integrativa de la persona, sino porque en su ejercicio se ve obligado a considerar todos los aspectos internos y externos que la afectan y que la vinculan con la organización.
Si estás interesado, puedes descargar el artículo sobre liderazgo y personalismo aquí.