Lamentamos el sensible fallecimiento del humanista Alfredo López Austin

La Universidad Anáhuac México y la Facultad de Humanidades, Filosofía y Letras reconocen con solemnidad las aportaciones a la antropología mexicana que brindó toda su obra intelectual.
 

Las humanidades en México están de luto, pues nos ha dejado uno de los intelectuales, académicos y humanistas más apreciados por la comunidad antropológica de México, una de las grandes mentes de nuestro país: el doctor Alfredo López Austin, considerado uno de los más insignes investigadores del México prehispánico y de los humanistas más apreciados por el medio antropológico mexicano e internacional. 

López Austin, investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue un sabio, un maestro y sobre todo un humanista, quien además cultivó con mucha paciencia, inteligencia y conocimiento los fundamentos de la cosmovisión mesoamericana, la religión, los mitos y, en otras muchas facetas, las bases de las formas de organización social y política de los pueblos nahuas del Altiplano Central en el Posclásico Tardío mesoamericano.

Entre sus obras más destacadas se encuentran Hombre-dios. Religión y política en el mundo náhuatl (1973), Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas (1980), Los mitos del tlacuache. Caminos de la mitología mesoamericana (1990), Tamoanchan y Tlalocan (1994), entre otros.

 

Sentó las bases de algunos conceptos básicos que hoy en día se discuten y analizan, como la tradición religiosa mesoamericana, el llamado núcleo duro de las tradiciones culturales igualmente mesoamericanas, así como los fundamentos míticos y cosmológicos de muchos de los pueblos indígenas del pasado y el presente. Son realmente muchas las aportaciones intelectuales a la antropología mexicana que brindó toda su obra intelectual, además de ser un extraordinario docente que formara a múltiples generaciones de historiadores y antropólogos del mundo mesoamericano. 

Más allá de sus aportaciones académicas, uno de los motivos por el cual ha sido muy apreciado es por su calidad como persona, además de su congruencia, sencillez y amabilidad, cualidades que lo caracterizan como un verdadero líder. 

Desde la Universidad Anáhuac México lamentamos profundamente el sensible fallecimiento de este gran humanista e investigador. Estamos seguros de que su obra seguirá siendo, como hasta ahora, un importante referente en los estudios antropológicos e históricos del mundo mesoamericano, pero también sirviendo como modelo de un investigador integral en lo académico y como persona. 

Continuaremos cultivando su memoria a través del estudio de su obra y de su ejemplo como investigador integral. Descanse en paz, Alfredo López Austin.