Jimena Ruiz comparte su historia sobre la creación de Tintarella Swimwear
Nuestra egresada, co-fundadora de Tintarella Swimwear, habló sobre el emprendimiento, la pandemia y los conocimientos que le dejó la Universidad Anáhuac México sobre liderazgo.
La Lic. Jimena Ruiz Allende (Administración Turística, gen. ‘10), directora general y co-fundadora de Tintarella Swimwear, una marca 100% mexicana de trajes de baño con diseños inspirados en la vida marina, compartió con la Comunidad Universitaria su historia de éxito en el terreno del emprendimiento.
Recordó que, luego de un momento incómodo en donde la calidad de uno de los trajes de baño de uno de sus socios se despintó en un jacuzzi, surgió la idea de que “si no hay en México trajes de baño buenos, de buen precio y con diseños cool, ¡hagámoslos”.
Desde esta premisa, el hacer realidad el sueño fue muy rápido, “una vez teniendo el concepto claro, trabajamos los diseños, nos movimos para conseguir los proveedores y no dejamos de insistir hasta tenerlo realizado”.
De acuerdo con Jimena, la evolución de Tintarella Swimwear es la parte más interesante del proyecto, contrario a lo que dirían muchas teorías de negocios, las cosas se dieron al revés. “Lo primero fue la idea de querer encontrar un traje de baño con una buena relación diseño-calidad-precio. Hicimos los diseños que, por cierto, los dibuja una de las socias, por lo que no son comprados ni de stock; la parte del diseño es uno de nuestros valores más relevantes, buscamos un maquilador y ¡arrancamos! Ya con eso estábamos listos para los clientes que habíamos buscado, a quienes les hablaríamos del proyecto y quienes coincidían con nuestra premisa”.
Clientes grandes como El Palacio de Hierro y Liverpool llegaron antes de que la marca hubiera tenido un periodo de introducción y posicionamiento, lo cual es lo normal para cualquier marca o negocio de retail, “eso nos obligó a crecer muy rápido y lograr una operación sumamente eficiente, pues el negocio y la marca eran aún pequeños, y las necesidades y demanda de este tipo de clientes requieren de una operación optimizada y con muy poco margen de error”, explicó.
Nuestra egresada confesó haberse saltado pasos naturales en el proceso de introducción, como la creación la propia página web de venta online, aunque el mismo posicionamiento de la marca se fue dando a la par de la demanda comercial, “gracias a ellos, el posicionamiento fue catapultado como un fast pass”, agregó.
Posteriormente, se detectó la necesidad de ir creando las diferentes categorías como niños y niñas, por lo que ahora tratan de hacer catch up con la evolución natural de la marca, pero se sigue haciendo en paralelo con el crecimiento exponencial que siguen teniendo.
Reveló también que algunos de los obstáculos a los que se han enfrentado es la cadena de producción que empieza en Asia, “allá nos llevan años de ventaja en la fabricación de telas, estampado y confección a precios tan competitivos que son imposibles de igualar. Sin embargo, la comunicación, los tiempos y la distancia, además de las recientes complicaciones de los transportes marítimos originados por la pandemia, agregan mucha complejidad y ocasiona tiempos muy largos”, aseveró.
Tintarella Swimwear siempre ha tenido como objetivo lograr producir localmente, lo que además de dar trabajo a muchas familias mexicanas, facilita radicalmente la cadena de producción, y este año empezará a producir de manera nacional toda la colección de niñas y camisetas de protección UV.
Al cuestionar a Jimena sobre la estrategia que tuvieron que implementar durante la pandemia, la cual dijo llegó a sacarlos de su zona de confort, precisó que una de las ventajas de ser una empresa chica y familiar es la flexibilidad y agilidad para tomar decisiones que quizá en un corporativo trasnacional es un proceso que conlleva meses, “nosotros reaccionamos de inmediato, una gran parte de nuestro costo es directo, entonces se pudo reducir a la par de las restricciones de ventas. La relación cercana con nuestros arrendatarios y prestadores de la gran mayoría de servicios resultó en acuerdos benéficos para ambas partes, lo que nos permitió reducir los gastos drásticamente para sobrevivir. Por otro lado, teníamos ya listo y muy trabajado el tema del e-commerce y muy identificadas las palancas que estaban listas para accionarse en el momento que decidiéramos que se necesitaba un boost y claramente ese fue el momento. Implementamos estrategias muy agresivas de marketing digital, enfocamos todos nuestros esfuerzos, pudimos mover nuestros inventarios ágilmente para volvernos 100% online con prácticamente todos nuestros clientes y afortunadamente resultó”.
Para Jimena nada de esto hubiera sido posible sin un equipo integrado y enfocado en resultados que entendió la crisis, lo que se requería y lo que había que hacer, y gracias a enormes esfuerzos, pudieron hacerlo en tiempo y forma.
Sobre su alma máter, dijo que la Anáhuac es el cimiento de su manera de liderar a su equipo, “se dice mucho que el emprendimiento es un camino solitario y es cierto, pero también conforme crece el proyecto esa premisa se va mitigando. Hoy puedo sentirme segura y orgullosa de decir que tengo un equipo que, aunque es pequeño, esta bien motivado, empoderado y con una líder que es parte activa de él y se remanga las mangas a la par; esa sencillez, involucramiento y determinación vienen de la Anáhuac. De las cosas que más satisfacción me produce es ver a mi equipo excediendo sus metas y, sobre todo, contentos y disfrutando su trabajo. Tenemos 0% de rotación en el equipo desde hace 3 años”.
Asimismo, consideró que el ser una líder que ve por sus equipos, empatizando y poniendo el factor humano antes que cualquier objetivo empresarial, es también un aprendizaje de su alma máter.
A los alumnos y recién egresados les recordó que detrás de cada emprendedor hay muchísimas horas de trabajo, llanto, pérdidas y una tribu muy solidaria que muchas veces le hace de punching bag. “Les diría que se formen muy bien, que el emprendimiento es un camino solitario, pesado y demandante. Definitivamente no es para todos, y creo que es un error aventarse a emprender sin las bases sólidas que requiere”.
Consideró que los jóvenes son quienes están marcando la pauta del futuro empresarial en México y que cada vez son más las startups mexicanas que aparecen en el ambiente empresarial, logrando valuaciones increíbles e incluso títulos de unicornios. “Su ambición y forma de trabajo más modernizada, flexible y adaptada a las nuevas circunstancias poscovid, sin duda guiarán el camino para muchas otras empresas actuales y nuevas”.
Finalmente, considero que falta mejores plataformas, más oportunidades de networking, muchos apoyos, créditos, sistemas bancarios más amigables y mucha mentoría con los emprendedores, aunque dejó claro que la Anáhuac es una gran herramienta para eso.
*Colaboración de la Mtra. Begoña Manero Martínez, coordinadora de Vinculación con Egresados.
** Fotografías tomadas de Tintarella Swimwear.
Más información:
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Lic. Carlos Del Real Niembro
carlos.delrealni@anahuac.mx