Hacer ejercicio físico te ayuda a fortalecer tu función inmune
Te compartimos una investigación de miembros de la Anáhuac sobre la importancia de hacer ejercicio físico en esta época, pues mejora tu salud.
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Miembros de la Licenciatura en Terapia Física y Rehabilitación de nuestra Facultad de Ciencias de la Salud realizaron una revisión sobre la importancia de hacer ejercicio físico como un medio para aumentar la función inmune.
A continuación, te compartimos el estudio de nuestro estudiante León Ávila Félix (8º semestre de Terapia Física):
Ejercicio físico como medio para aumentar función inmune
El síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2 (SRAS-CoV-2) es un virus que afecta al sistema respiratorio, causando una enfermedad infecciosa llamada COVID-19, la cual está ocasionando una pandemia. (OMS 2020)
Se puede transmitir cuando una persona infectada desprende gotículas y estas entran en contacto con otra persona. Se ha demostrado que el virus puede sobrevivir, dependiendo de la superficie, durante horas o incluso días(1)(2). Es por esto que se debe evitar el tocar ojos, nariz y boca sin haberse lavado las manos previamente. Tiene un periodo de incubación de 1 a 14 días con una media de 5 días, por lo que una persona puede ser portadora y transmitir el virus sin presentar síntomas.
Hasta el momento no hay cura ni vacuna contra el virus, aunque el método más efectivo para combatirlo es la prevención a través de medidas como: un buen lavado de manos, taparse con el antebrazo al momento de estornudar o toser y, en caso de ser diagnosticado con coronavirus, tener un periodo de cuarentena para evitar el contagio(3)(4).
Sigue habiendo desarrollo en el tema, por lo que se recomienda al lector estar al tanto de nueva información en fuentes oficiales. Si se precisa saber más sobre el tema, se pueden consultar las siguientes fuentes:
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index.html y https://bestpractice.bmj.com/topics/en-gb/3000168.
Este virus afecta las vías respiratorias bajas y su presencia en el pulmón activa al sistema inmunológico; una mejor respuesta puede traducirse en un cuadro clínico más leve. La eliminación del virus y la formación de anticuerpos que dan inmunidad a largo plazo dependen del sistema inmunológico y su respuesta(5).
Previamente se tenía la idea de que el ejercicio disminuía la función inmune inmediatamente después de realizar ejercicio, esto por los síntomas de infecciones del tracto respiratorio alto que presentaban los atletas y por los niveles de IgA en saliva después de hacer ejercicio(6). Sin embargo, esta teoría ha sido refutada por el número creciente de evidencia que indica lo contrario.
Sellami M. et al (7) realizó una revisión sistemática exhaustiva en la que señaló los efectos del ejercicio en diferentes modalidades y en diferentes tipos de células del sistema inmune en el cual, a través de todos los grupos de edad los neutrófilos, leucocitos, linfocitos y células natural killers (NK) presentan el mayor cambio post ejercicio. Krüger K. et al (8) demostró que los linfocitos tienen una redistribución post ejercicio a través del organismo hacia los pulmones, medula ósea y el intestino. Esto se cree que es con el propósito de “escanear” el cuerpo y dirigirse hacia los posibles lugares en donde puede haber una infección o en donde pueden ayudar el sistema inmune.
El ejercicio físico aeróbico y de resistencia también provoca que el sistema inmune tenga mejor respuesta ante la vacunación irrespectivamente de la edad (9)(10). En roedores infectados por virus de influenza se ha visto que el ejercicio físico, en particular el ejercicio aeróbico, puede disminuir la mortalidad (11), la carga viral, la pérdida de peso y aumentar la ingesta de alimento (12).
Aunque no hay consenso sobre cuál es la dosificación ideal para aumentar la función inmune, la mayoría de las investigaciones presentan dosificaciones similares con las cuales se han observado resultados, que son: 1) 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado, esto es entre un 65% y un 75% de Frecuencia Cardiaca Máxima (FCmax), los adultos mayores deberían practicar por lo menos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos a la semana de ejercicio aeróbico vigoroso; 2) Ejercicios de fortalecimiento: se debe practicar y realizar por lo menos dos días a la semana de ejercicio de resistencia, ya sea con calistenia, es decir, ejercicios con el propio peso del cuerpo o bien con resistencia externa como pesas o ligas (13).
Conclusión
El ejercicio físico mejora la función inmunológica en todos los grupos de edad. Esto se consigue a través de diferentes tipos de ejercicio e intensidades. Un plan de prevención basado en ejercicio combinado aeróbico y de fortalecimiento no solo es factible, sino que tiene posibilidad real de aminorar los efectos clínicos, psicológicos y económicos que puede generar la pandemia.
Referencias
1. Ferguson NM, Laydon D, Nedjati-Gilani G, Imai N, Ainslie K, Baguelin M, et al. Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID-19 mortality and healthcare demand.
2. van Doremalen N, Bushmaker T, Morris DH, Holbrook MG, Gamble A, Williamson BN, et al. Aerosol and Surface Stability of SARS-CoV-2 as Compared with SARS-CoV-1. N Engl J Med [Internet]. 2020 Mar 17 [cited 2020 Mar 20]; NEJMc2004973. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32182409
3. BMJ Best Practice COVID-19 [Internet]. Available from: https://bestpractice.bmj.com/topics/en-gb/3000168
4. Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) | CDC. Available from: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index.html
5. Inkabi S, Pushpamithran G, Richter P, Attakora K. Exercise Immunology: Involved Components and Varieties in Different Types of Physical Exercise. 2017.
6. Campbell JP, Turner JE. Debunking the myth of exercise-induced immune suppression: Redefining the impact of exercise on immunological health across the lifespan. Vol. 9, Frontiers in Immunology. Frontiers Media S.A.; 2018.
7. Sellami M, Gasmi M, Denham J, Hayes LD, Stratton D, Padulo J, et al. Effects of acute and chronic exercise on immunological parameters in the elderly aged: Can physical activity counteract the effects of aging? Vol. 9, Frontiers in Immunology. Frontiers Media S.A.; 2018.
8. Krüger K, Lechtermann A, Fobker M, Völker K, Mooren FC. Exercise-induced redistribution of T lymphocytes is regulated by adrenergic mechanisms. Brain Behav Immun. 2008 Mar; 22(3):324–38.
9. de Araújo AL, Silva LCR, Fernandes JR, Matias M de ST, Boas LS, Machado CM, et al. Elderly men with moderate and intense training lifestyle present sustained higher antibody responses to influenza vaccine. Age (Omaha). 2015 Dec 1; 37(6).
10. Pascoe AR, Fiatarone Singh MA, Edwards KM. The effects of exercise on vaccination responses: A review of chronic and acute exercise interventions in humans. Vol. 39, Brain, Behavior, and Immunity. Academic Press Inc.; 2014. p. 33–41.
11. Lowder T, Padgett DA, Woods JA. Moderate exercise protects mice from death due to influenza virus. Brain Behav Immun. 2005 Sep; 19(5):377–80.
12. Kohut ML, Sim Y, Yu S, Yoon KJ, Loiacono CM. Chronic Exercise Reduces Illness Severity, Decreases Viral Load, and Results in Greater Anti‐Inflammatory Effects than Acute Exercise during Influenza Infection. J Infect Dis. 2009 Nov; 200(9):1434–42.
13. HHS. Physical Activity Guidelines for Americans 2nd edition.
La Universidad Anáhuac México cuenta con la Licenciatura en Terapia Física, un programa con gran proyección laboral a nivel nacional e internacional, y que forma a sus estudiantes no solamente con un gran nivel académico sino con un gran sentido humano.
Más información:
Facultad de Ciencias de la Salud
L.T.F. Jimena Figueroa Valero
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