El vacío del yo en el siglo XXI

Un artículo del Centro Psicopedagógico Anáhuac sobre el vacío del yo, en el que se aborda la necesidad creciente que tienen los adolescentes de buscar un sentido de pertenencia en grupos o con personas donde se sientan aceptados.

El Centro Psicopedagógico Anáhuac, a través de su Clínica Anáhuac Cenyeliztli, comparte un artículo de la psicóloga Tania Castro Martínez quien brinda una serie de consejos para combatir dicho vacío.
 

El vacío del yo en el siglo XXI

El vacío existencia en el sigo XXI ha atacado a niños, jóvenes y adultos. En esta época de consumismo excesivo, tecnología cibernética y trajines de la vida diaria, la necesidad de trabajar largas jornadas o varios turnos para tener un mejor sustento económico ha hecho que nos separemos como familia, veamos poco a nuestras amistades y en lo más profundo no logremos mediar entre las necesidades y los deseos de autosatisfacción.

¿Sabías que… Al no sentirnos realizados como personas, al no lograr los retos personales y que dan bienestar no solo al bolsillo, sino al alma, ¿empieza a haber una fragmentación de nuestro YO y podemos perdernos en el camino de las elecciones personales?

Prueba de ello la encontraremos en una serie de obstáculos en la necesidad creciente que tienen los adolescentes de buscar un sentido de pertenencia en grupos o con personas donde se sientan aceptados. Muchos de estos no son adecuados e incluso son dañinos. Vemos, por ejemplo, que los jóvenes buscan repetir los retos que se han lanzado en redes sociales que, por más peligrosos que sean, les atraen por hacer lo que los demás. Los adolescentes los practican, aunque sean absurdos, dejándoles lesiones y, peor aún, incluso han llevado a muchos a la muerte, ya sea por la peligrosidad o por suicidio.  

¡Cuidado! En la actualidad niños menores de 11 años manifiestan síntomas de depresión y muchos más ideas suicidas o con relación a la falta de ganas de vivir.

¿Cómo combatir este vacío?
•    Tenemos que darnos cuenta de que estamos pasando por una crisis y poner de manifiesto lo que me está causando molestia o decepción.
•    Buscar actividades que den una solvencia económica, pero que también alimenten el espíritu.
•    Tener un balance entre las actividades necesarias y las que se desean y se pueden realizar.
•    Aceptar la realidad y si algo disgusta de ella, emprender acciones para cambiar lo que esté en la posibilidad de la persona.

Y muy importante, si veo que yo no puedo resolver mi problemática o la de mis hijos, buscar ayuda para que alguien me ayude a salir de ese vacío existencial.
 

*Tania Castro Martínez es licenciada en Psicología y asistente de la coordinación del Programa “Somos tu Familia” de Cenyeliztli A.C.

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El Centro Psicopedagógico Anáhuac, integrado por la Clínica Anáhuac Cenyeliztli, la Coordinación de Orientación Vocacional Anáhuac y el Programa de Apoyo al Estudiante (PAE) de nuestra Universidad, tiene como misión atender y mejorar la salud mental de alumnos, profesores, personal administrativo, egresados y público en general. Trabaja en favor de la salud y del bienestar de las personas y familias mexicanas en proyectos formativos, de intervención y de servicio a la sociedad.