El reto de la inclusión financiera
La doctora Lilianne Pavón nos comparte una evaluación internacional sobre inclusión financiera y los determinantes multidimensionales del acceso al ahorro y al crédito
La doctora Lilianne Isabel Pavón Cuellar, profesora e investigadora de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México, nos comparte un artículo una investigación sobre el reto de la inclusión financiera.
El reto de la inclusión financiera
La inclusión financiera es uno de los grandes objetivos y desafíos para las economías de todo el mundo. La Dra. Lilianne Pavón, profesora investigadora de nuestra Facultad de Economía y Negocios, profundiza en este tema en su trabajo International financial inclusion: multidimensional determinants of access to saving and credit, publicado en el journal Zbornik Radova Ekonomskog (Actas de la Facultad de Economía) de la Universidad de Rijeka.
Este texto plantea la importancia de la inclusión financiera y evalúa cuantitativamente sus posibles determinantes, sugeridos en la literatura especializada, mediante el análisis de sus dos principales indicadores: la tenencia de una cuenta de ahorro y la contratación de un crédito. Los dos modelos finalmente estimados son de periodicidad anual, para el lapso 2006 – 2017, corresponden a la banca comercial y la muestra incluye 26 países en el caso del modelo de acceso al ahorro y 55 países en el caso del modelo del crédito. Las fuentes de información empleadas son el Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo, el Foro Económico Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Hoefstede et al (2010) y The Economist Intelligence Unit.
En la investigación se comprueba, mediante un panel dinámico, que el ahorro en el sistema financiero de un país requiere, por el lado de la oferta, de una infraestructura de acceso a estos servicios, como son los cajeros automáticos o las sucursales bancarias, así como de paliativos a la información asimétrica propia del sector, tales como los burós de crédito. Por el lado de la demanda, la calidad y pertinencia de la educación y la estabilidad de las fuentes de ingreso de sus usuarios potenciales son cruciales. También se comprueba que, en la medida en que un país se desarrolla financieramente, sus canales de acceso financiero se multiplican y las asimetrías de información se diluyen, confirmando el carácter endógeno de esta relación.
Para avanzar hacia una inclusión financiera más integral mediante la contratación de un crédito formal, si bien aún resulta relevante la infraestructura de acceso, su efecto es decreciente, por lo que, dado el nivel educativo nacional, los burós de crédito adquieren relevancia, así como la no precariedad del empleo, que permita al agente económico ser elegible y asumir el compromiso que conlleva el endeudamiento.
La significancia de ciertos rasgos culturales en el panel estático del crédito advierte que, aunque la inclusión financiera puede promoverse mediante estándares internacionalmente aceptados cuyos efectos son predecibles, su grado de avance no puede desligarse del contexto social donde estas medidas se implementan.
Este análisis pone en evidencia que, en cualquier política de inclusión financiera, se requiere de un esfuerzo coordinado entre los distintos actores más allá del ámbito financiero y de un proyecto país de largo plazo, que oriente sus acciones a los campos de acción más efectivos para promover este pilar del desarrollo sostenible, particularmente en países emergentes.
La inclusión financiera seguirá creciendo debido a un amplio mercado no atendido y a su potencial diversificador, pero es necesario atender los obstáculos que mantienen a una elevada proporción de individuos y empresas en el mundo vulnerables a las restricciones de liquidez que impone ser financieramente excluido.
Por el lado de la oferta, este estudio sugiere que las políticas que promueven la oferta de cuentas universales para servicios básicos, o que buscan simplificar y estandarizar la documentación necesaria para su apertura mediante plataformas electrónicas o la banca móvil, constituyen herramientas efectivas para ampliar la cobertura y paliar los problemas de información que limitan el crédito. Su impacto puede reforzarse mediante la adopción, por parte de las empresas, de modelos de negocio que implementen programas de educación financiera y alfabetización tecnológica, en el marco de la Responsabilidad Social Empresarial.
Por el lado de la demanda, un análisis de costo-beneficio permitiría tener mayor claridad sobre lo que representa el paso de la informalidad a la formalidad en un determinado país, su cultura empresarial y si empatan o no los servicios financieros con las necesidades, cultura, educación y estabilidad de las fuentes de ingreso de sus usuarios potenciales.
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Más información:
Dirección de Investigación
Dr. José Rodrigo Pozón López
jose.pozon@anahuac.mx