Día Mundial de la Justicia Social
Liderazgo Anáhuac en RSU y Sostenibilidad
Presentamos un artículo en el que el Santo Padre, el Papa Francisco, reflexiona sobre las cinco bases fundamentales para construir una nueva justicia social.
La Dirección de Pastoral Universitaria del Campus Sur nos comparte un artículo de José Damián Carvajal Arroyo, alumno de la Licenciatura en Derecho y becario de Rema Pastoral Universitaria, en el que nos invita a reflexionar sobre la justicia social a través de los discursos del Papa Francisco.
Día Mundial de la Justicia Social
“La sociedad asegura la justicia social cuando realiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a cada uno conseguir lo que les es debido según su naturaleza y su vocación. La justicia social está ligada al bien común y al ejercicio de la autoridad”.
(Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 1928).
El día de hoy, las Naciones Unidas nos recuerdan la necesidad de hacer más patente en nuestra sociedad uno de los pilares de la frase citada: La justicia social. Con la finalidad de afianzar el compromiso que tienen los estados miembros de la ONU en la implementación de instrumentos legales políticos, económicos y sociales, el 26 de noviembre de 2007 la Asamblea General declaró que, a partir de su sexagésimo tercer periodo de sesiones, el 20 de febrero de cada año se celebrará el Día Mundial de la Justicia Social (A/RES/62/10).
Conmemorar este día significa también reflexionar sobre ¿qué es la justicia? Como una definición clásica, Tomás de Aquino la precisaba como “el hábito según el cual uno, con constante y perpetua voluntad, da a cada uno su derecho” (es decir, lo que le corresponde, lo suyo, lo justo) (Suma Teológica, II-IIa, q. 58, a. 1). Esta definición nos presenta la esencia de la justicia, la cual consiste tanto en hacer el bien a los demás como la repartición equitativa de aquellas cosas que se consideran un bien común. De esta manera, hablar de justicia social hace referencia a la igualdad de oportunidades y de respetar y garantizar los derechos humanos; esto va más allá del concepto tradicional de justicia legal, ya que la justicia social está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz.
Este tema es profundizado por el Papa Francisco en su discurso dirigido a la cumbre de jueces panamericanos sobre derechos sociales y doctrina franciscana en el que se destacan las siguientes reflexiones:
• “La experiencia enseña que —señalaba Juan XXIII— cuando falta una acción apropiada de los poderes públicos en lo económico, lo político o lo cultural, se produce entre los ciudadanos, sobre todo en nuestra época, un mayor número de desigualdades en sectores cada vez más amplios, resultando así que los derechos y deberes de la persona humana carecen de toda eficacia práctica” (Carta enc. Pacem in terris, 63).
• “Hoy vivimos en inmensas ciudades que se muestran modernas, orgullosas y hasta vanidosas. Ciudades —orgullosas de su revolución tecnológica y digital— que ofrecen innumerables placeres y bienestar para una minoría feliz... pero se les niega el techo a miles de vecinos y hermanos nuestros, incluso niños, y se los llama, elegantemente, ‘personas en situación de calle’. Es curioso como en el mundo de las injusticias, abundan los eufemismos” (Encuentro Mundial de Movimientos Populares, 28 octubre 2014).
• “Recuerden siempre que cuando una justicia es realmente justa, esa justicia hace feliz a los pueblos y dignos a sus habitantes. Ninguna sentencia puede ser justa, ni ninguna ley legítima si lo que producen es más desigualdad, si lo que producen es más pérdida de derechos, indignidad o violencia”.
• Un sistema político-económico, para su sano desarrollo, necesita garantizar que la democracia no sea sólo nominal, sino que pueda verse plasmada en acciones concretas que velen por la dignidad de todos sus habitantes bajo la lógica del bien común, en un llamado a la solidaridad y una opción preferencial por los pobres (cf. Carta encíclica ´Laudato si’, 158). Esto exige los esfuerzos de las máximas autoridades y, por cierto, del poder judicial, para reducir la distancia entre el reconocimiento jurídico y la práctica del mismo. No hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la inequidad.
Siguiendo la línea de esta última reflexión en el párrafo que antecede, para el Papa Francisco la labor judicial es semejante a la de un poeta, ya que: “El poeta necesita contemplar, pensar, entender la música de la realidad y plasmarla en palabras. Ustedes, en cada decisión, en cada sentencia, están frente a la feliz posibilidad de hacer poesía: una poesía que cure las heridas de los pobres, que integre el planeta, que proteja a la madre tierra y toda su descendencia. Una poesía que repare, redima y nutra”.
En ese mismo discurso, el Santo Padre reflexiona sobre las cinco bases fundamentales para construir una “nueva” justicia social:
1. La primera de ellas se relaciona directamente con la realidad: “En las ideas sobre las que seguramente ustedes trabajarán no deberán perder de vista el angustiante cuadro en el que una pequeña parte de la humanidad vive en la opulencia, mientras que a una cantidad cada vez más numerosa le es desconocida dignidad y son ignorados o violados sus derechos más elementales”.
2. La segunda se refiere a las formas en que se gesta la justicia: “Pienso en una obra colectiva, en una obra de conjunto, en donde todos y todas las personas bienintencionadas desafían la utopía y asumen que, así como el bien y el amor, lo justo es una tarea que ha de conquistarse todos los días, porque el desbalance es una tentación de cada minuto. Por eso cada día es una conquista”.
3. La tercera, a partir de la actitud de compromiso, es siguiendo la senda del buen samaritano. Así, insistió en dejar de lado la indiferencia para hacerse “cargo del dolor del otro”.
4. La cuarta constituye la idea de “la historia como eje conductor”.
5. Y la quinta, al pueblo: “Es muy difícil poder construir la justicia social sin basarnos en el pueblo. O sea, la historia nos lleva al pueblo, los pueblos. Será una tarea mucho más fácil si incorporamos el deseo gratuito, puro y simple de querer ser pueblo, sin pretender ser elite ilustrada, sino pueblo, siendo constantes e incansables en la labor de incluir, integrar y levantar al caído. El pueblo es la quinta base para construir la justicia social”.
Que en este día como Comunidad Universitaria podamos no solo reflexionar sobre la justicia, sino aplicarla en nuestra día a día dando a nuestros más cercanos lo que les corresponde de nuestra parte. Por último, recordemos que, “la justicia social no es tanto una ley que orden distribuir; vista cristianamente es una actitud interna como la de Cristo, que, siendo rico, se hace pobre para poder compartir con los pobres su amor” (Monseñor Óscar Romero+).
Referencias:
• Ecclesia, El Papa reflexiona sobre las cinco bases fundamentales para construir una "nueva" justicia social en https://www.cope.es/religion/hoy-en-dia/vaticano/papa-francisco/noticias/papa-reflexiona-sobre-las-cinco-bases-fundamentales-para-construir-una-nueva-justicia-social-20201201_1024641 (Recopilado el 07 de febrero de 2022).
• Naciones Unidas, Día Mundial de la Justicia Social
20 de febrero, en https://www.un.org/es/observances/social-justice-day (Recopilado el 07 de febrero de 2022).
• Papa Francisco, Discurso dirigido a dirigido a la cumbre de jueces panamericanos sobre derechos sociales y doctrina franciscana 4 de junio de 2019 , La Santa Sede en https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2019/june/documents/papa-francesco_20190604_giudici-panamericani.html (Recopilado el 07 de febrero de 2022).
• Unicef, Día Mundial de la Justicia Social
20 de febrero, en https://www.unicef.es/educa/dias-mundiales/dia-mundial-de-la-justicia-social (Recopilado el 07 de febrero de 2022).
Más información:
Dirección de Pastoral Universitaria Campus Sur
P. Sergio Salcido Valle, L.C.
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