Ser mujer es ser depositario del futuro #DíaInternacionalDeLaMujer

La Dra. Jeannette Arriola, titular de la Cátedra Carlos Slim Helú en Combate Integral a la Pobreza de las Comunidades Indígenas, habló en entrevista sobre el Día Internacional de la Mujer.

Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que recuerda la lucha del género femenino por la igualdad, y que este 2020 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de ONU Mujeres, invita a sumarse en redes sociales con el hashtag #GeneraciónIgualdad. 

Pero preguntémonos, ¿las voces de todas las mujeres son escuchadas? Pensemos por ejemplo en las mujeres indígenas, un sector de la población que pocas veces es tomando en cuenta y que realmente es poco valorado.  

A partir de la Encuesta Intercensal 2015, la población indígena ascendió a 12 millones 25 mil 947 personas, lo que constituye el 10.1% de la población total. Entre ellos, 6 millones 146 mil 479 son mujeres (51.1%) y 5 millones 879 mil 468 son hombres (48.9%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de los Pueblos indígenas (INPI). 

Al respecto, la Dra. Jeannette Arriola Sánchez, titular de la Cátedra Carlos Slim Helú en Combate Integral a la Pobreza de las Comunidades Indígenas de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México, habló de la importancia que tienen las mujeres indígenas en la sociedad.  

Trabajar de cerca con estas comunidades de mujeres, que son alma y esencia de la identidad nacional, le ha cambiado la vida. “No puedes amar lo que no conoces. Yo tengo la fortuna y la suerte de estar con los pueblos indígenas. Gracias a ellos me he convertido en una mejor persona y no quiero más que continuar sirviéndoles, porque de esa forma es como más apoyo a mi país, porque si los pueblos originarios de mi país están bien, mi país estará bien”, aseveró. 

Para la también presidenta y fundadora de la Fundación Pro Zona Mazahua IAP y Pro México Indígena IAP, ser mujer es ser depositario de la semilla de la vida y del futuro. “Una mujer es quien forma y quien crea, es pues la connotación de esa parte maternal hacia el quehacer que tiene en la vida, y lo hace por amor a sus hijos, a su familia, a su legado”, explicó en entrevista. 

Es por ello que este 8 de marzo es el momento perfecto para valorar la trascendencia del papel de la mujer, así como su inherente generosidad y el amor que lleva en todas sus labores. 

De acuerdo con Jeannette Arriola, el papel de la mujer en la casa nunca ha sido valorado como se podría valorar tal vez un empleo, cuyos resultados pueden ser medibles y cuantificables económicamente hablando. “¿Cuándo se han medido los resultados o el papel de una mujer como madre, esposa o como mujer que trabaja en el hogar?”, cuestionó. 

Es difícil no vibrar al escuchar Bernarda Mauricio, quien cultiva jitomates –además de cilantro, quelites y quintoniles– con otras 20 mujeres en San José de Rincón, una comunidad del Estado de México.  

Bernarda trabaja en un invernadero donde anualmente se cosechan 20 toneladas de jitomates, una mujer indígena que antes solo se dedicaba a la casa y “a cuidar a los niños y los animalitos” sin generar ningún ingreso, o como el caso de Mercedes Sánchez quien, gracias a esta actividad, “hoy estamos ayudando al esposo, por si no alcanza el dinero, por lo menos las mujeres aportamos para la comida o para los niños, para su escuela”. 

Este tipo de proyectos productivos y sustentables son impulsados por la Fundación Pro México Indígena IAP, que trabaja en siete estados de la República con 10 etnias indígenas y cuyo objetivo, además de apoyar el resurgimiento de los pueblos originarios de México en su grandeza, ayuda al desarrollo y superación de la pobreza, como en el caso de dicha comunidad indígena mexiquense, donde era muy común que los padres de familia migraran a Estados Unidos en busca de trabajo.   

Profeta Andrés consideró que ahora tiene un cambio de vida. “Nosotras como mujeres ya valemos más, ya no estamos dependiendo de esperar al marido a que llegue a ver si trae o no trae –dinero–”. 

Pero, más allá de las labores del campo y del rol que han asumido en la familia, una mujer indígena es depositaria de cultura y tradición. “Es a través de la mujer indígena que un niño aprende una lengua, una cultura, un modo de vida, valores… aprende de su entorno, y se convierte así en la persona que es”, consideró la Dra. Jeannette Arriola. 

Vivimos en un momento en el que nos enfrentamos a una desvalorización, a una ruptura de valores, a una ruptura de la ecuación social, y el papel de la mujer es fundamental en este sentido.  

“Ahora la mujer ha tenido que asumir roles económicos para llevar el sustento a familia. Cierto, podemos con una parte, pero necesitamos de la complementariedad del género”, explicó la titular de la Cátedra Carlos Slim, y agregó que “siempre se habla de la mujer y del hombre como entes antagónicos compitiendo el uno contra el otro, cuando se debe ver al hombre y a la mujer en una equidad de género, y esa concepción la he aprendido a través de los pueblos”. 

¿Se ha prestado poca atención a las mujeres indígenas? ¿Los porcentajes más desfavorables en cuanto a la situación de extrema pobreza y vulnerabilidad lo registran las mujeres indígenas? Lo cierto es que en la mayoría de los casos las carencias, sufrimiento y lucha diaria de las mujeres indígenas son invisibles y tenemos que visibilizarlos. El panorama es muy amplio y aún nos falta mucho por hacer. 

Finalmente, Arriola Sánchez se pronunció porque demos los primeros pasos y volteemos a ver a las mujeres indígenas, “los invito a ponerles atención, a elevar nuestra conciencia al conocimiento de esa realidad como lo son los pueblos originarios. Es urgente la necesidad de revalorizarlas y visualizarlas, porque las mujeres indígenas son esa mano invisible que mueve la cuna, pero que la mueve con amor, con cariño, con diligencia diaria, y gracias a eso somos porque hay en nuestras vidas una mujer que nos dio vida, y de la fuerza de espíritu y valor de una mujer indígena, México puede construir un mejor futuro”. 

Invitó también a revalorar el papel de la mujer indígena como alma y esencia de esta tierra mexicana, pues “es una tarea que tenemos pendiente y de la cual debemos ocuparnos en este país, porque las mujeres indígenas están jalando la carreta”.