Cultura de innovación, ¿qué tan importante es para los países?
En el presente artículo se realiza un análisis sobre el emprendimiento y la innovación factores que asegura la autosuficiencia y soberanía de un país.
El maestro Guillermo Híjar Fernández, director del Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial, comparte un interesante artículo en el que analiza a las empresas innovadoras en cada país, su vocación tecnológica y hasta la explotación de recursos naturales.
Cultura de innovación
¿Qué gobiernos promueven más la innovación y el emprendimiento?
Los estímulos a la innovación y el emprendimiento han sido extraordinarios en países como Suiza y Taiwán y más recientemente han sido aprovechados ampliamente en Irlanda e Israel, y últimamente en Corea del Sur.
La innovación confiere ventajas competitivas por medio de la diferenciación
La innovación no solo es una ventaja competitiva, sino también genera inconmensurable riqueza y eleva el nivel de vida de los habitantes.
La innovación es un manantial de valor para las empresas y es lo que realmente agrega valor a los recursos de una nación. Como los productos genéricos como el petróleo o el cobre no pueden diferenciarse y su comercialización está supeditada a las presiones de la oferta y la demanda, no generan riqueza.
La innovación es lo que asegura la autosuficiencia y soberanía de un país. Como Japón no tenía recursos naturales, se dedicó a innovar durante la segunda mitad del siglo XX, convirtiéndose en una potencia comercial soberana, de manera que hoy en día ocupa el segundo lugar mundial en inversión en investigación y desarrollo, solo después de los Estados Unidos.
Elaboración propia con datos de The 2019 EU Industrial R&D Investment Scoreboard | IRI. (n.d.). Retrieved August 9, 2020, from https://iri.jrc.ec.europa.eu/scoreboard/2019-eu-industrial-rd-investment-scoreboard#
La gráfica anterior representa la inversión privada en actividades de investigación y desarrollo (en millones de euros al año) por las empresas más innovadoras de cada país. En este concepto seguimos viendo a Estados Unidos en primer lugar, y a Japón y Alemania en segundo y tercero, respectivamente. China aparece en cuarto lugar, ya que, si bien el número de empresas innovadoras ha crecido, la inversión por empresa todavía no lo hace al mismo ritmo.
La innovación es lo que enriquece a los países, pues incrementa la calidad de vida de sus habitantes, potencia su crecimiento económico y confiere a sus empresas una ventaja competitiva a través de la diferenciación. Hoy en día se está dando una batalla tecnológica entre China y Estados Unidos, particularmente sobre la tecnología 5G desarrollada por la empresa asiática Huawei y la estadounidense Qualcomm.
La implantación de la red móvil de quinta generación cambiará la manera de comunicarnos, multiplicará la capacidad de las autopistas de la información y posibilitará que objetos cotidianos, desde el refrigerador hasta los automóviles, puedan conectarse en tiempo real. Su despliegue supone una auténtica disrupción tecnológica que permitirá, por ejemplo, realizar intervenciones quirúrgicas tele-asistidas, desplegar nuevas flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas a través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo.
Elaboración propia con datos de The 2019 EU Industrial R&D Investment Scoreboard | IRI. (n.d.). Retrieved August 9, 2020, from https://iri.jrc.ec.europa.eu/scoreboard/2019-eu-industrial-rd-investment-scoreboard#
La gráfica anterior muestra el número de empresas innovadoras en cada país. Cada una de estas empresas invierte al menos 25 millones de euros al año en actividades de investigación y desarrollo. En Estados Unidos se encuentra el 36% de las empresas innovadoras del mundo y en China este número ha crecido vertiginosamente en los últimos años, llegando actualmente a 16%, usurpando el segundo lugar que Japón ocupó por varios lustros.
Elaboración propia con datos de The 2019 EU Industrial R&D Investment Scoreboard | IRI. (n.d.). Retrieved August 9, 2020, from https://iri.jrc.ec.europa.eu/scoreboard/2019-eu-industrial-rd-investment-scoreboard#
Al dividir el número de empresas entre la población, se obtiene un indicador indirecto de las facilidades e incentivos que un gobierno otorga para fomentar el emprendimiento y la innovación (número de empresas por cada millón de habitantes).
Estos estímulos a la innovación y el emprendimiento han sido particularmente exitosos en países como Suiza y Taiwán por el número de empresas innovadoras que se han establecido por cada millón de habitantes durante los últimos años y más recientemente han sido aprovechados ampliamente en Irlanda e Israel, además de Corea del Sur, aunque en menor escala.
Análogamente, el monto total de la inversión en I&D, dividido entre la población, da como resultado un indicador denominado vocación tecnológica (expresado en miles de euros por habitante). Los países más incluyentes tienen una mayor vocación tecnológica y, por lo tanto, un mayor grado de soberanía y autosuficiencia.
Destacan la vocación tecnológica de Irlanda y Holanda, países que han apostado a la innovación como medio de progreso al invertir en esta actividad más de 1,000 euros al año por habitante.
Fuente: ourworldindata.org/grapher
La innovación es fuente de valor agregado. Corea del Sur era un país agrícola muy pobre antes de 1970, en guerra y con una economía de subsistencia. Sin embargo, a partir de ese año implementó políticas educativas y de incentivos al emprendimiento e innovación que empezarían a dar frutos importantes en los años de la década de 1990. En la gráfica puede apreciarse que, en 1996, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de Corea iguala al de México.
Irlanda era uno de los países más pobres de Europa en la década de 1950. Se sumergió en un conflicto armado contra Irlanda del Norte que duró casi 30 años hasta 1998. En esa misma década comenzó a implementar políticas de fomento a la inversión tecnológica y al emprendimiento, logrando incrementos sin precedentes en el PIB per cápita.
En cambio, México, que también era pobre, apostó en la década de 1980 a la explotación de recursos naturales como el petróleo y a su exportación sin agregarles valor. Nunca se implementaron políticas serias orientadas al desarrollo tecnológico como en Irlanda ni al mejoramiento de la educación en ciencias como en Corea del Sur. De esta forma, el PIB per cápita se estancó hacia finales del siglo XX y creció muy poco durante los primeros años del XXI.
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Guillermo Híjar Fernández es Ingeniero Mecánico por la Universidad Anáhuac México y Maestro en Ciencias en Ingeniería Mecánica por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). También cursó el programa de alta dirección del IPADE Business School (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa).
Actualmente es director del Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial, que ofrece asesoría y capacitación para el fortalecimiento tecnológico de las empresas. Durante 10 años dirigió la Facultad de Ingeniería de la Universidad Anáhuac México y ha sido catedrático de la misma desde 1976.
Cuenta con una amplia experiencia de más de 25 años como director general de empresas industriales y de productos de consumo. Es miembro del MIT Enterprise Forum, organización no lucrativa que apoya el desarrollo de empresas tecnológicas mexicanas.
Más información:
Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial
Mtro. Guillermo Híjar Fernández
ghijar@anahuac.mx