Carlos Santos Lardé, egresado Anáhuac que trasciende fronteras
Carlos Santos ha dedicado su vida profesional a la sostenibilidad, la cual define como: “Actuar de manera responsable con los recursos que tenemos a nuestra disposición, sin afectar a las futuras generaciones”.
Pudimos entrevistar a Carlos Santos Lardé (Administración y Dirección de Empresas, gen. ’13) quien es oriundo de El Salvador y egresado de la sexta generación del Programa de Liderazgo Impulsa y quien, durante su estancia en México, lideró proyectos de construcción de viviendas para personas de escasos recursos.
Al regresar a su tierra natal, trabajó en el Banco Davivienda, el cual tiene presencia en seis países, donde comenzó siendo líder de proyecto de transformación digital, continuó como coordinador de sostenibilidad para El Salvador y posteriormente fue nombrado jefe regional de sostenibilidad para Centroamérica y Miami. Actualmente enfrenta el reto de ser gerente de sostenibilidad en el Banco Bolivariano en Ecuador.
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Un suceso que lo conmovió bastante fue el terremoto del 2001 en El Salvador, por lo que junto con su familia ayudaron a los más afectados, experiencia que lo llevó a buscar siempre el bienestar de las personas más necesitadas, por lo que guarda en su cabeza y en su corazón imágenes que lo hicieron buscar, desde su trinchera, el poder ayudar a quienes más lo necesitan.
Convencido de lo anterior, nuestro egresado Carlos Santos ha dedicado su vida profesional a la sostenibilidad, la cual define como: “Actuar de manera responsable con los recursos que tenemos a nuestra disposición, sin afectar a las futuras generaciones”. Y agregó que, en cualquier industria, la sostenibilidad busca hacer el bien, impactar de forma positiva a la sociedad y al ambiente.
Resaltó que uno de sus mayores retos profesionales, ha sido impulsar una estrategia de sostenibilidad, motivar a toda una institución hacia una cultura de sostenibilidad, contar con metas corporativas que impulsen indicadores de impacto.
Gracias a su destacada labor, recibió un premio de innovación de Grupo Bolivar, conglomerado financiero colombiano al que pertenece Banco Davivienda, con presencia en 6 países y más de veintisiete mil funcionarios, a través de la iniciativa “Universidades 2030”, para apoyar a los centros de educación superior salvadoreños a volverse instituciones líderes en temas de Sostenibilidad en la próxima década, profundizando su estrategia de sostenibilidad de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsando a los maestros y jóvenes a proponer propuestas para el desarrollo de El Salvador.
Entre los proyectos que Carlos Santos propuso y llevó a la práctica durante su instancia en la institución a la que pertenecía, están las Cuentas de Ahorro Verde y el Seguro de Vida Verde, la cual eran productos financieros que además de ser solución para el cliente, también contribuían con un impacto ambiental. Por ejemplo, al realizar la apertura de una cuenta de ahorro digital, el banco se comprometía a liberar a tres neonatos de tortugas, por lo que, gracias a este proyecto, el banco tuvo el programa de conservación de tortugas más grande de El Salvador habiendo liberado más de 1.3 neonatos de Tortugas
Mientras que el Seguro de vida Verde consistía en que, por cada póliza, el banco sembraba un mangle, especie de árbol había sido deforestada en un 50% en la última década en su país. Esto lo llevo a conservar a más de 12 hectáreas de mangle, pero además lo replicó en los países de Honduras y Costa Rica.
Nuestro egresado relaciona al éxito con una de sus frases favoritas: “El alpinista es quien conduce su cuerpo allá donde un día sus ojos lo soñaron” de autoría de Gaston Rébuffat, por lo que asegura que el éxito es llegar a donde un día soñaste estar, por eso: “Lo difícil no es llegar a la cima, sino tener la valentía de todos los días creer en ti para llegar a ella”.
Mientras que al fracaso lo define como una experiencia que genera madurez para futuros retos: “Quien experimenta un fracaso no debe dar por perdido todo, sino es cuando más se aprende” y agregó que lo peor que podemos tener es una actitud de fracasado: “No hay ningún intento que hagas, que no conlleve un riesgo, tanto de fracasar como de ser exitoso, lo peor es no intentarlo”.
Para él, un líder es aquella persona que sabe impactar en la vida profesional y personal de sus colaboradores: alguien que inspira. Y al preguntarle sobre quién lo inspira, respondió que profesionalmente siempre lo ha inspirado toda la generación de quienes fueron de los fundadores del movimiento Gente Nueva, Carlos Labarthe (Ingeniería, gen. ´91), director de Compartamos Banco; José Ignacio Ávalos (Administración de Empresas, gen. ´91), fundador y presidente de Un Kilo de Ayuda; y Fernando Landeros (Maestría en Humanidades y Letras, gen. ´04), presidente de Fundación Teletón.
Además, se inspira día a día en su familia y amigos, en especial su hermano pequeño Alejandro, quien vive con autismo y es quien lo motiva a superarse todos los días.
“Aprovecho esta oportunidad para aconsejar a nuestros recién egresados y estudiantes que definan su propósito de vida y que tengan la visión de cómo lograrlo. También los invitó a que tengan mucha ambición y ética” compartió Carlos Santos.
Al recordar su paso por nuestra Universidad, mencionó que vivía lejos de la misma, por lo que todas las mañanas y las noches debía tomar el transporte público y fue víctima de muchos asaltos, además de que con mucho sacrificio logró salir adelante. Incluso se cuestionó si valía la pena, pero al graduarse se dio cuenta de que, si lo valía, porque toda meta que ha propuesto la ha luchado y tiene una carrera profesional de la cual se que siente muy orgulloso.
Resaltó además que la Anáhuac le enseñó a ser líder de cambio: “Recuerdo que me lo tomaba de broma y hasta hacía chistes sobre el lema de la Universidad, pero hoy entiendo la importancia de asumir el liderazgo y ser el cambio que quiero ver en el mundo”.
Carlos finalizó la entrevista con el siguiente agradecimiento: “De México siempre hablaré bien, nunca voy a dejar de agradecer que hubo una familia que me adoptó en toda mi estadía, en especial a mi hermano Jorge y a mi padre Toño, nunca habrá manera de pagarles. Así como a la comunidad de ASUA, la cual me inspiró a estar donde estoy actualmente: a Claudia Núñez, Elizabeth Hernández y Yunuen Velásquez, a ellas siempre gracias”.
Pasión por el montañismo
Además de su trayectoria profesional, nos compartió que desde niño tuvo un interés en el montañismo, inclusive fue atleta del equipo de Montañismo y Escalada en la universidad, iniciando en México con las montañas Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba sus primeras cumbres de alta montaña y luego se motivó a conquistar el Aconcagua, el punto más alto de América y Argentina, con lo que continuó y emprendió un proyecto personal de nombre “Mi Camino Andino” el cuál tuvo como objetivo colocar la bandera de El Salvador en el punto más alto de cada uno de los países que conforman la Cordillera de los Andes: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
*Colaboración de la maestra Begoña Manero Martínez, coordinadora de Vinculación con Egresados.