El último tren a Hiroshima: a 80 años de los ataques

Liderazgo Anáhuac en Humanismo
Recordamos los ataques nucleares llevados a cabo por Estados Unidos contra Japón en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente.
“Donde las bombas atómicas se lanzan, los días se convierten en noches y las personas en fantasmas”.
- Sakamoto Hatsumi, estudiante de primaria.
Estamos cumpliendo 80 años de los ataques a Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945), y recordamos las consecuencias humanas y éticas de la guerra nuclear. Un tema crucial para reflexionar en un mundo aún marcado por tensiones geopolíticas. La obra de Charles Pellegrino titulada The Last Train from Hiroshima, con una narrativa emotiva, es capaz de transmitir el horror y la resiliencia humana que se vivió en esas dos fechas trágicas.
La obra liga datos científicos con entrevistas a sobrevivientes de las bombas atómicas, llamados hibakushas, dando una perspectiva más allá de los temas políticos y de poder. También analiza el ataque atómico desde las personas, la gente común que sufrió de primera mano las consecuencias del ataque.
En The Last train from Hiroshima se nos presenta la historia de varias personas con experiencias únicas, destacando en particular la del sobreviviente Tsutomu Yamaguchi, quien sobrevivió a las dos explosiones atómicas en Hiroshima y Nagasaky.
Tsutomu Yamaguchi era un ingeniero japonés que trabajaba para Mitsubishi Heavy Industries. El 6 de agosto de 1945 estaba en viaje de negocios en la ciudad de Hiroshima; alistándose para regresar a su hogar, se encaminó a la estación de tren de la ciudad, cuando a las 08:15 am estalló la bomba atómica denominada “Little Boy”, iluminando el cielo con una luz cegadora. La onda expansiva lo lanzó al suelo, sufriendo quemaduras, heridas y ruptura del tímpano.
Pasó la noche en una oficina en ruinas, mientras lo estabilizaban los pocos médicos que podían brindar algún tipo de ayuda para, finalmente, al día siguiente salir de Hiroshima en el último tren que operaría, buscando regresar a casa con su familia, en Nagasaki.
El 9 de agosto, Yamaguchi se presentó con su jefe en las oficinas de Mitsubishi en Nagasaki y le contó lo sucedido, pero su jefe no le creyó. A la 11:02 am una segunda explosión atómica sacudía a Japón, ahora en Nagasaki. “Fat Man” había sido lanzada.
Yamaguchi estaba sobreviviendo por segunda vez a una explosión atómica gracias a la estructura reforzada de la oficina, pero su casa había sido destruida y su familia había sufrido heridas graves derivadas de las quemaduras y la radiación.
Los hibakusha en general guardaron silencio durante muchos años, en parte por la vergüenza y por el estigma social de haber sido sobrevivientes. Décadas después, Yamagushi comenzó a hablar públicamente del sufrimiento del que había sido testigo y de las consecuencias que lo acompañaban toda su vida como las secuelas de las quemaduras y de la radiación, incluso testificó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2006.
The Last Train from Hiroshima es un libro imprescindible para quienes buscan comprender no solo un episodio clave de la Segunda Guerra Mundial, sino también las consecuencias éticas, humanas y existenciales del poder destructivo moderno. Es un llamado a la memoria y a la responsabilidad colectiva, además de una advertencia sobre los peligros de olvidar las lecciones del pasado.
Uno de los grandes aciertos de Pellegrino en este libro es humanizar el relato sin caer en el sentimentalismo excesivo. Utiliza un lenguaje claro, directo y respetuoso, haciendo que el lector confronte preguntas difíciles sobre la legitimidad del uso de armas nucleares y el precio de la guerra sobre la población civil.
Aunque se supo de más casos de “dobles hibakushas”, en 2009 el gobierno japonés reconoció a Tsutomu Yamaguchi como el único sobreviviente a las dos explosiones atómicas. Falleció el 4 de enero de 2010 a los 93 años, siendo su historia un símbolo de la resistencia humana y una advertencia de la importancia de buscar la paz.
*Colaboración, Mtro. Rubén Esqueda Acton, coordinador de Protocolos Institucionales de la Secretaría General de la Universidad Anáhuac México.

Referencia:
• U.S. Army. (1945). Atomic Bomb Dome and surrounding ruins, Hiroshima, Japan [Fotografía]. U.S. National Archives. https://catalog.archives.gov/id/542192
Imagen:
• El Domo Genbaku, visto entre los escombros tras la explosión. Fotografía tomada por el Ejército de los EE. UU. en 1945. Fuente: U.S. National Archives (dominio público).
Más información:
Mtra. Carolina Leticia Ibarra García
carolina.ibarra@anahuac.mx
Comité de Formación y Cultura de Paz