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12 de julio, Día de la Abogacía en México



12 de julio, Día de la Abogacía en México

El Dr. Carlos de Jesús Becerril presenta un texto en el que aborda la evolución de derecho, el desempeño profesional del gremio y los retos a los que se enfrenta la abogacía en México.

El 12 de julio de 1553, el jurista castellano Bartolomé Frías y Albornoz impartió, en la recién inaugurada Real y Pontificia Universidad de México, la primera cátedra de derecho en el Nuevo Mundo. Esta Cátedra Instituta Prima de Leyes constituye el fundamento por el cual, a partir de la década de 1960, se conmemora en nuestro país el Día de la Abogacía. Nos encontramos no solo frente a una de las profesiones más antiguas en la historia de la humanidad, pues su origen se encuentra en la antigua Roma, sino también ante una que ha logrado transformarse a lo largo de más de dos milenios para defender, mediar o abogar (del latín advocatus) por quienes buscan una correcta aplicación de la norma.

En México, diversos personajes históricos de importancia mayúscula han ejercido la abogacía, entre ellos destacamos a Teodosio Lares, Mariano Otero, Benito Juárez, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio L. Vallarta, Matías Romero y María Asunción Sandoval (primera mujer en obtener el título de abogada) para el siglo XIX; o José Vasconcelos, Carlos Fuentes, Antonio Carrillo Flores, Alfonso García Robles (Premio Nobel de la Paz 1982) y María Cristina Salmorán de Tamayo (primera ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación) para el XX. La abogacía siempre ha estado presente en la formación del Estado mexicano. Lejos de disminuir, en el siglo XXI su papel se vuelve crucial para el afianzamiento, precisamente del Estado de derecho y la certidumbre institucional, claves tanto para la estabilidad social como para el crecimiento económico de largo plazo.

Por más de dos milenios, la abogacía fue coto exclusivo de varones. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, las mujeres comenzaron a egresar de las facultades de derecho. Sin embargo, el tema no está zanjado del todo, tan solo hay que pensar en que la conmemoración sigue siendo conocida como Día del Abogado, aunque en este texto hemos optado por Día de la Abogacía. No obstante, es de destacarse en 2024 el papel de Norma Piña como la primera presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mónica González Contró como la primera directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o Sonia Venegas Álvarez, la segunda mujer directora de la Facultad de Derecho de dicha institución.

Otro aspecto para resaltar es el uso de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, en la resolución de conflictos jurídicos. En este aspecto, también debe tenerse presente la necesidad de una constante preparación por parte de las personas dedicadas a la abogacía. Es necesario revisar los textos clásicos con los que los estudiantes de derecho se preparan, pues atrás han quedado los tiempos de la pureza metodológica y los cánones jurídicos irrefutables. Es indispensable el diálogo con otras disciplinas que nos ayuden a comprender el fenómeno social que ha desembocado en controversia jurídica. En estos aspectos, la SCJN nos ha mostrado en diversas sentencias cómo la participación de economistas, historiadores, psiquiatras, sociólogos, especialistas en el espacio radioeléctrico y un largo etcétera, nos ayuda en la compresión y aplicación mucho más precisa de una determinada norma.

Otro avance es la herramienta de inteligencia artificial denominada Sor Juana, desarrollada por la ponencia de la ministra Margarita Ríos Farjat, que nos acerca de forma amena a los proyectos de sentencia. La pregunta entonces sería, ¿cuántas personas que ejercen la abogacía están familiarizadas con estas cuestiones?

Una última reflexión tiene que ver con el desempeño profesional de este gremio. En tanto, en la mayoría de los países se tiene una regulación específica para su ejercicio, en el nuestro no la hay. Esto fue así debido a que durante el siglo XIX se eliminó la obligación de colegiarse y durante el XX no se lograron establecer exámenes a los egresados de la licenciatura en derecho para ejercer su profesión, ni siquiera para actualizarse en ella. En México basta con obtener el título en derecho para ejercerlo en toda la república por tiempo indefinido, lo que no sucede en otras latitudes. De ahí que los juristas Héctor Fix Fierro y Sergio López Ayllón se hayan cuestionado si en nuestro país existen muchos abogados, pero poca profesión. (http://ru.juridicas.unam.mx/xmlui/handle/123456789/26584)

Sin embargo, los retos a los que se enfrenta la abogacía en México representan un campo fértil para sembrar nuevas formas de enseñarla, de ejercerla y de investigarla. Pese a que hay quienes han anunciado el fin de la profesión jurídica en un mundo tecnológico como el nuestro, lo cierto es que los profesionales del derecho siempre encontrarán cabida en la sociedad, pues si en la Edad Media se solía decir que “antes que reyes hubo leyes”, no debemos olvidar que quien las ha hecho operativas ha sido el gremio de la abogacía.

Desde la Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac México seguimos haciendo historia al formar a las nuevas generaciones de profesionales del derecho, a quienes, por cierto, les deseamos un feliz día.


Más información:
Dr. Carlos de Jesús Becerril Hernández
carlos.becerrilh@anahuac.mx
Facultad de Derecho