Con un caso clínico específico ocurrido en Perú, académicos de nuestra Facultad de Bioética ofrecieron argumentos desde un punto de vista médico, bioético y legal.
El pasado 7 de mayo se llevó a cabo el webinar “Eutanasia e identidad profesional del médico”, actividad coordinada por la doctora Claudia María Casas Nader, responsable de los Centros de Bioética de la Red de Universidades Anáhuac (RUA), y en la que participaron la doctora Mónica Osio Saldaña, paliativista y alumna de nuestra Maestría en Bioética; el padre Fernando Fabó Martín, L.C., director de la Facultad de Bioética, y el doctor Agustín Herrera Fragoso, investigador asociado de dicha Facultad.
Para la inauguración se tuvo como moderador al doctor Antonio Muñoz Torres, coordinador de materias de Bioética en nuestra Universidad Anáhuac México, quien dio lectura del caso y posteriormente pie a la intervención de los tres académicos expertos para entender los argumentos desde un punto de vista médico, bioético y legal.
El caso en discusión fue sobre una mujer peruana con poliomielitis y dermatomiositis adquiridos a temprana edad, en donde a consecuencia del deterioro progresivo de su funcionalidad le fueron realizadas múltiples intervenciones hasta la dependencia casi total. La paciente subsecuentemente solicitó que se le practicara la eutanasia en un país donde está prohibida.
La doctora Osio Saldaña inició su ponencia clarificando los conceptos y términos de dichas enfermedades desde un punto de vista médico y dio lectura a la evidencia, reconociendo los límites de las intervenciones y las posibles complicaciones. Posteriormente, explicó la definición de cuidados paliativos en el siglo XXI definidos como: “Asistencia activa holística de personas de todas las edades con sufrimiento severo, en relación con la salud, debido a una enfermedad grave y especialmente de quienes están cerca del final de la vida”.
Recalcando con lo anterior, reparó en la importancia de un modelo de atención centrado en el paciente en donde la toma de decisiones se realice en conjunto. También agregó que el papel del médico frente al proceso de la muerte no es el de adelantar, sino es acompañar de la manera más humana y digna posible.
Como modo de cierre, resaltó la necesidad de poner en la balanza la técnica, los conocimientos y la ética y preguntarnos si estos tienen sentido al aplicarlos a una manera de actuar, evitando así usar la medicina y la tecnología de manera indiscriminada para justificar nuestra falta de aceptación ante la muerte.
En el segundo panel el padre Fernando Fabó realizó un abordaje desde el punto de vista bioético centrado en la persona. La primera consideración mencionada fue situar el caso en su contexto mediático, ya que es un caso descontextualizado y se aplica a realidades diversas en distintos países. La segunda consideración fue tomar en cuenta a los sujetos implicados englobando el término “compasión” a modo de virtud y que se encuentra en la voluntad y el entendimiento, la cual lleva a compadecerte de alguien y no a desprenderte de alguien, lográndose por medio de acciones concretas que llevan al alivio del dolor.
Asimismo, mencionó como tercera consideración la importancia de no olvidar que el fin de un acto es distinto de su intención y enfatizó con la frase “Non Nocere”, es decir, “No hacer el mal”, agregando el principio de la ética: “Hacer el bien”. Al respecto, recordó que no es suficiente con solo no hacer el mal, sino que, además, hay que hacer el bien al paciente y su familia.
Para cerrar su intervención, nos invitó a reflexionar sobre la gran oportunidad que tenemos para el crecimiento como profesionales, salir de la medicina basada en evidencias y centrarnos en una medicina humanitaria capaz de manejar de manera más eficaz el dolor, pero también capaz de acompañar al paciente y a su familia, llevándolos a una plenitud de vida y a su vez de muerte.
Para finalizar, el doctor Herrera Fragoso habló desde el punto de vista jurídico y su importancia trascendental, panel en el que explicó que las normas sociales limitan nuestro actuar o nos indican hasta dónde podemos llegar, por lo que es importante conocer el plano en el que nos encontramos.
Su intervención inició con la exposición del contexto actual, ya que vivimos en un mundo ligero, fluido y móvil en donde la parte terapéutica se desfigura para abordar una parte estética. Consecuentemente, mencionó que es difícil morir en un mundo en el que el final de la vida y la conclusión han sido desplazados por una carrera interminable, sin rumbo, creando un paradigma encaminado a la eutanasia o suicidio asistido, en un sentido desfigurado de la existencia y la espiritualidad humana.
Sobre la eutanasia en el plano jurídico, detalló que se refiere a la “acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”. También mencionó las confusiones en términos como muerte digna, dignidad, compasión, entre otras, en las que la interpretación pone la pauta a la comprensión. Finalmente, agregó términos como obstinación terapéutica y las características de los derechos humanos mencionando su respectivo marco legal.
Para cerrar el webinar, el doctor Herrera Fragoso resaltó el carácter humano, ético y solidario de los cuidados paliativos, los cuales actualizan la naturaleza humana al final de la vida y brindan las condiciones dignas en el proceso de la muerte, reiterando que no es lo mismo la eutanasia que la sedación terminal en los cuidados paliativos.
Puedes ver el Webinar en la siguiente liga: Eutanasia e identidad profesional del médico
Más información:
MPSS Marcela Garibay
Facultad de Bioética
bioética@anahuac.mx