La coordinadora del Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud abordó cómo cada vez que se reproduce o copia una obra, esta va perdiendo su esencia hasta llegar a ser una creación sin trasfondo ni sentido.
La Dra. María Elizabeth de los Rios, coordinadora del Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud, colaboró con un artículo para el periódico Milenio en el que hace hincapié sobre la gran diferencia entre tener la capacidad de poder reproducir una obra ajena y la decisión de hacerlo, actividad a la que comúnmente se le conoce como plagio.
De acuerdo la también profesora e investigadora de la Facultad de Bioética, las dos categorías donde se puede presentar el plagio es, en primer lugar, en aquellos quienes siguen en el proceso de formación académica y, por lo tanto, con menos conocimiento al respecto de esta entidad (pero no por ello menos grave), y en segundo lugar, aquellos con conocimiento de las acciones que están realizando y a pesar de ello optan por tomar el crédito del autor y ensalzarse ellos mismos por méritos que no son propios.
Igualmente, destaca cómo cada vez que se reproduce o copia una obra, esta va perdiendo cada vez más su esencia hasta llegar a ser una creación sin trasfondo ni sentido. Destaca también que al realizar un plagio por la razón que fuera, además de buscar engañar a los otros, se está engañando a uno mismo al estar obteniendo un éxito carente de valor personal y dejando de lado la capacidad ontológica del humano, es decir, el poder de razonar.
Para leer el artículo completo haz clic en el siguiente enlace: Del sutil arte de tomar como propio lo ajeno
Más información:
MPSS Ignacio Ricaud Vélez
Facultad de Bioética
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