La Facultad de Bioética refuerza su compromiso con la Bioética en el III Congreso Cátedra Jérôme Lejeune

Durante este relevante encuentro internacional, la Dra. Liliana Castro destacó la importancia de la verdad como fundamento de la ciencia y la defensa de la dignidad humana.

Los pasados 30 y 31 de mayo de 2025, la Dra. Ana Bertha Liliana Castro Castillo, coordinadora de Repensamiento Académico de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac México, participó como asistente en el III Congreso de Bioética Cátedra Jérôme Lejeune. Este evento internacional, reunió a expertos de gran prestigio para reflexionar sobre el papel esencial de la verdad en la ciencia y la bioética como pilares fundamentales para la defensa de la dignidad humana y la promoción del bien común.

Al finalizar el evento, la Dra. Castro dijo estar entusiasmada por su participación, lo que le permitió alcanzar el objetivo de reconocer, en conjunto con los diferentes ponentes, la importancia de la verdad en la ciencia y la bioética, ya que para alcanzar el bien común, la requiere, y para defender la dignidad de la persona, la sustenta.

A lo largo de este congreso, los especialistas abordaron temas que evidencian la urgencia de rechazar los enfoques relativistas y reduccionistas que, bajo el argumento del progreso científico, ignoran principios universales como la verdad y la ley natural: “Vivimos excusando acciones relativistas y reduccionistas a favor de la ciencia, sin tomar en cuenta el valor de la verdad universal y de la ley natural, que defienden la dignidad de la persona, sobre todo de los más débiles”, añadió la Dra. Castro.

Entre las intervenciones más destacadas estuvo la de la Dra. Mónica López Barahona, presidenta de la Cátedra de Bioética Jérôme Lejeune y miembro ordinario de la Academia Pontificia para la Vida, quien definió el congreso como un espacio de reflexión centrado en la verdad, la ética y la deontología médica para el cuidado de los más vulnerables.

Por su parte, el Cardenal Willem Jacobus Eijk, arzobispo metropolitano de Utrecht y miembro ordinario de la Academia Pontificia para la Vida, retomó el concepto de “cultura de la muerte”, planteado por San Juan Pablo II, señalando su manifestación en prácticas como la investigación con embriones humanos y decisiones individualistas sobre la vida, invitando a los asistentes a releer la encíclica Evangelium Vitae como una guía fundamental para enfrentar estos desafíos.

Asimismo, el Dr. Juan Arana, catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Sevilla, profundizó en el carácter inmutable de la verdad, señalando que es necesario integrar tanto verdades positivas como especulativas para evitar la fragmentación del conocimiento. Recalcó que: “La filosofía nos da la verdad, aquella que no debería ser ignorada, pero es la verdad que más se ignora”, apuntando como causas de su olvido el nacimiento de la ciencia moderna y la ruptura del conocimiento.

Finalmente, los participantes también destacaron obras como Laudato Si y Evangelium Vitae como referencias clave para el pensamiento bioético contemporáneo.

Sin duda, este evento fue una experiencia significativa que refuerza su compromiso con la bioética personalista: “Este evento nos deja con la tarea de: continuar en nuestra labor diaria en beneficio del bien común, defender la verdad completa e inmutable en la ciencia: promover la bioética que dignifica a la persona y que defiende la vida, a la vez que retoma acciones dentro de la cultura de la vida en toda profesión”.

Con estas acciones, el III Congreso de Bioética Cátedra Jérôme Lejeune se consolida como una plataforma clave para la reflexión ética y científica, recordando que solo desde la verdad puede construirse una bioética auténticamente humana, al servicio de la persona en su integridad.